domingo, 30 de mayo de 2010
LOS CONDONES
He colgado este chistecico tan bestia en clicomics, si os gusta o no os gusta, podéis leerlo y votar picando en la imagen y luego en las flechas que veréis parriba y pabajo
sábado, 29 de mayo de 2010
UN CAZO EN LA PARED IN THE ROAD AGAIN
Le di con la azada seis veces, no porque tuviera pensado hacerlo ni jamás hubiera sentido instintos asesinos hacia él ni hacia nadie. Simplemente, los hechos fueron desarrollándose en esa dirección. Oscar se ponía muy estúpido cuando unía viaje y borrachera y le gustaba hacer espectaculares demostraciones de poder así que era cuestión de tiempo que algo así ocurriera.
Estábamos en la bodega central un poco borrachos a las 12 del mediodía así que cogimos su coche, el “dos caballos” amarillo al que apodaba “La Dolly” por la cantante de country, y arrancamos en dirección a Yerbo con la intención de acabar el día con una borrachera apoteósica.
La idea era llegar a Tineo y a partir de ahí tomar un par de vinos en cada bar. Era un plan genial, tomar dos vinos en cada uno de los siete bares que había en los 30 Kms de carretera hasta Yerbo, donde podríamos terminar la borrachera hablando de lo estúpido que era casi todo el mundo y lo listos y clarividentes que éramos nosotros; pero tomar cuatro vinos en cada uno también era un buen plan, era un plan mucho mejor y más divertido con diferencia. El caso es que en el cuarto bar, el más viejo y disparatado de todos, que tenía calcetines colgados al lado de los chorizos, troncos de muñeca desmembrada y cabezas alopécicas de muñeca tirados por el suelo, tenían también un cazo como el de la foto clavado en la fachada. Le preguntamos al chigrero (un tipo de unos 50 años, al que le colgaban lánguidamente las gafas, la mirada y el labio inferior en la cara alargadísima) para qué servía el cazo clavado en la pared, esperando una explicación compleja y sorprendente; una demostración de ingenio rural.
-Pues pa qué va a servir, pa hervir la leche…
Nos entro la risa floja y nos pareció que no estaría mal hacer algunas variaciones en nuestro plan y pasar al gin tónic. Ahora el plan sí que era divertido de verdad. La idea era beber uno y otro y otro en ese mismo bar hasta que consideráramos que podía ser peligroso conducir. Coger el coche cuando conducir es peligroso es más prudente que cuando resulta imposible introducir la llave y manejar los seis pedales y los dos cambios de marcha.
Al tercer gin tónic Oscar ya no regía bien y comenzó a decir que había visto al Dragón y que yo era un borracho de mierda que solo veía ratas. Pero él veía Dragones. El Dragón de la buena muerte. ¡Yo qué sé! Salimos de allí porque había llegado el momento de encerrarse en mi casa de Yerbo a terminar la borrachera de la manera más desquiciada posible.
Después estábamos en la cocina de casa y Oscar decía que había visto al Dragón y que yo era un cobarde que veía ratas. Luego estábamos sentados como viejos vaqueros de película, sobre un tronco, en la huerta de la parte de atrás de la casa, con una botella de Güisqui y dos vasos, mirando las estrellas con mirada profunda, haciendo ver que sabíamos algo que el resto de los mortales desconocía. Me levanté y me puse a mear contra la pared y vi la azada apoyada.
-Yo he visto al Dragón; tú solo ves ratas cobardes…-dijó por última vez Oscar. ¡Qué personaje!
Luego todo fue muy raro y confuso, con la sangre y los gritos, pero no hubo muertos porque soy un tipo sedentario de bracitos finos y la azada pesaba mucho, además se rompió la botella de güiski y eso estropeo la magia del momento porque no sabíamos si había mas alcohol en la casa y era una putada.
Al día siguiente el regreso fue muy tenso, con esos desagradables silencios y el ruido del motor. Sonaba Dolly Parton y luego Willy Nelson. In the road again.
Picad en la imagen. Por allí ocurrió todo.
viernes, 28 de mayo de 2010
LAS VIRTUDES CAPITALES: UN CONCURSO
Veréis, el otro día, de forma casual y mientras construía mi maqueta de la catedral de Burgos con palitos higiénicos para las orejas, se me ocurrió que la empresa no era nada modesta. Inmediatamente recordé este cómic que tenía por ahí en los sapos ciegos en el que se hablaba de la modestia. Me dio por buscar la palabra en el diccionario de la Rae y descubrí algunas cosas y sinónimos que llevaban a sinónimos y acepciones curiosas que me hicieron pensar que hay instituciones y sectas hijasdeputas que viven por encima del bien y del mal, interesadas en que ciertas taras atrofiantes de la personalidad sean consideradas como virtudes. La iglesia, por ejemplo (pero hay más). También hay personas estúpidas que se reogodean en su estupidez apelando a estas virtudes. Ahora estoy preparando un cómic dedicado esa 5 virtudes capitales hermanadas con la estupidez y la ignorancia pero seguro que hay más de 5. Yo os propongo un concurso: Al primero que adivine las 5 y añada una más(o dos) cuya definición en la RAE contenga una acepción positiva y otra negativa, le envío por correo un dibujillo original a lápiz firmado y dedicado. Ya sé que no es un premio como para tirar voladores ni como para dejar de dormir esta noche, pero me gustaría que alguien probara. La primera la tenéis en el post anterior . En la imágen hay un cómic que propone alguna más. Son 7 páginas no muy espesas.
miércoles, 26 de mayo de 2010
martes, 25 de mayo de 2010
EL VERBO DESLOCALIZAR
sábado, 22 de mayo de 2010
GIDE EN EL CONGELADOR Y MIGUELITO EN LA PUTA CALLE
Me llamó Miguel a las doce de la noche y me dijo que tenía que darle habitación durante un mes porque le habían echado de la pensión por no pagar. Como le debía 200 euros aproveché para saldar la deuda con la promesa de que al trascurrir 30 días se iría de mi casa sin excusas. Miguel siempre me andaba diciendo que le alquilara una habitación en mi piso y yo le decía que en mi piso no cabían dos borrachos a lo que él contestaba que él no era alcohólico sino politoxicómano a lo que yo contestaba que no se hiciera el interesante y que ser adicto a la codeina no te eleva a la categoría de politoxicómano y que era un borrachuzo como yo y el noventa por ciento de las personas con las que tratábamos a diario. El caso es que se instaló en mi casa y se dedicó a hacer de empleada doméstica, limpiando por aquí y por allá y haciendo la comidita para los dos. También me perseguía por la casa con sus botellas de bebida espirituosa de un euro el litro( era una imitación de coñac que conseguía que al día siguiente desearas no haber nacido). Un día estaba yo cagando con la puerta abierta para escuchar la música y se me metió en el servicio con dos vasos de vino y se puso a charlar de cosas intrascendentes y frivolidades, de lo cual deduje que provenía de una familia numerosa con muchos hermanos y poco espacio. Se me ocurrió que a lo mejor era marica y le expliqué que yo, a pesar de mi apariencia bohemia y mi vida disoluta, solía cagar en privado y que dejar la puerta abierta había sido un error imperdonable por mi parte. Se fue algo ofendido y llevándose también mi vaso de vino y me quedé allí sentado pensando que si yo fuera marica no me gustaría oler la mierda de nadie aunque inmediatamente me respondí que como heterosexual tampoco me gustaba oler la mierda de nadie. Luego olfateé el aire y me di cuenta de que la mía sí me gustaba, al igual que esos pedos en la cama que aspiraba cubriéndome con la manta. Me di cuenta de que la mierda se me estaba secando en el culo y terminé la sesión. Al día siguiente me encontré a Miguel en la cocina a las 8 de la mañana, cuando iba a trabajar, con una botella de vermú de 2 litros y un libro que andaba en el congelador de la nevera desde hacía meses, era "los monederos falsos" de André Gide. Yo había empezado a leerlo y me estaba gustando pero por alguna razón un día lo dejé en la nevera y después me hizo gracia que estuviera allí y lo metí en el congelador, acompañando a los cubitos de hielo y las porquerías que congelaba y jamás descongelaba. Cuando volví del trabajo (una cocina de un hotel) , los dos litros de vermú habían volado y el libro estaba cerrado y Miguel tenía la mirada turbia.
- Está bien el libro, el final un tanto apresurado- dijo
Le recordé que se cumplía el plazo de 30 días y que ya había alquilado la habitación, visto que no tenía intención de buscar trabajo y yo no necesitaba empleada del hogar ni me lo podía permitir. No dijo nada. Me fui a tomar unos vinos y cuando volví ya se había ido llevándose mi saco de dormir. No sé por qué abrí el cogelador. Allí estaba el libro y una notita que decía:
"Tienes el corazón helado como este libro"
Me hizo gracia, no sabía que el hombre fuera poeta. Recordé por fin la razón por la que había dejado el libro a medias, había algo en la manera de escribir de Gide que me parecía frio y distante. Me pasa muy a menudo con algunos autores franceses. Debe ser la traducción o mi ignorancia.
Miguelito, si sobreviviste al invierno andorrano con mi saco de dormir y estás leyendo esto, sal del armario de una puta vez. ¿Qué mierda es esa del "corazón helado como este libro"?.
En la imagen, un chiste de bares. Son dos páginas.
- Está bien el libro, el final un tanto apresurado- dijo
Le recordé que se cumplía el plazo de 30 días y que ya había alquilado la habitación, visto que no tenía intención de buscar trabajo y yo no necesitaba empleada del hogar ni me lo podía permitir. No dijo nada. Me fui a tomar unos vinos y cuando volví ya se había ido llevándose mi saco de dormir. No sé por qué abrí el cogelador. Allí estaba el libro y una notita que decía:
"Tienes el corazón helado como este libro"
Me hizo gracia, no sabía que el hombre fuera poeta. Recordé por fin la razón por la que había dejado el libro a medias, había algo en la manera de escribir de Gide que me parecía frio y distante. Me pasa muy a menudo con algunos autores franceses. Debe ser la traducción o mi ignorancia.
Miguelito, si sobreviviste al invierno andorrano con mi saco de dormir y estás leyendo esto, sal del armario de una puta vez. ¿Qué mierda es esa del "corazón helado como este libro"?.
En la imagen, un chiste de bares. Son dos páginas.
jueves, 20 de mayo de 2010
EL NÚMERO 35 DE LOS SAPOS CIEGOS
El número 35 de los sapos ciegos trata sobre la alegría de vivir, los ganchitos al queso otra vez, las citas a ciegas, los taquiones que nos rodean introduciendo situaciones imposibles en nuestra rutina diaria, los mocos de la nariz, las citas a ciegas , Rachmaninov, el vino tinto y todo eso que nos preocupa
martes, 18 de mayo de 2010
PEPE EL FERREIRO GANA EL JUICIO: DESPIDO IMPROCEDENTE
Podría decir "joderos, 1-0" pero no lo voy a decir porque no es mi manera habitual de actuar. Podría decir "chupadme la polla con vuestras pequeñas bocas cobardes" pero yo jamás emplearía ese tono provocador y grosero pese a que a alguno le parecerá que se lo merecen. No es mi estilo. Voy a felicitar desde aquí a Pepe el Ferreiro y hoy me voy a beber una botellita de vino que según dice la crítica es "Cereza picota muy intenso, casi opaco. Aroma de buena intensidad, fino, con una madera tostada de gran calidad, finas notas balsámicas y una gran intensidad de fruta negra bien madura, en su punto perfecto. En la boca muestra una buena estructura, acidez equilibrada, buena intensidad frutal y un final muy largo, un tanto tánico aún" y me la voy a tomar a su salud, me voy a comer un platito de jamón ibérico y algo de queso curado además de un delicioso postre de queso, confitura y nueces que solo yo en el mundo sé hacer . Lo voy a hacer en casa escuchando algo de música triunfalista de Bach que encuentre por ahí o algo de música triunfalista de Siniestro total que encuentre por ahí. Tocata y fuga o" me pica un huevo", lo mismo me da.
Pepe el Ferreiro ha ganado el primer juicio: No era su situación laboral lo que me preocupaba(no lo conozco personalmente) si no la estupidez supina de los que provocaron esta situación y el hecho de que pudieran salirse totalmente con la suya. La idea es esta: si se lo pueden hacer a alguien que tiene el favor del pueblo, se lo pueden hacer a quien les dé le gana.
También les diría a esos señores algo así como:¡¡TOMAD POR EL CULO AHORA O METED LA CABEZA EN ÉL, SI TENÉIS VERGÜENZA!! Pero prefiero no hacerlo porque me parece demasiado arrebatado y visceral. No es mi estilo. No tengo nada de carne en el asador y ni siquiera me interesa especialmente la etnografía. Solo quiero ver como hacen el ridículo e intentan mantener, a pesar de todo, esa pose que solo un actor profesional sabe mantener en esas circunstancias.
El caso es que Pepe el ferreiro ha ganado el primer juicio y no vamos a hacer leña del árbol caído o a punto de caer, aunque no estaría de más echarle una meadita encima.
lunes, 17 de mayo de 2010
INTERPRETA ESTE, GILIPOLLAS
El otro día un listillo que se ha leido algún libro de autoayuda y algo de psicoanálisis estuvo comiéndole la cabeza a mi amiga Marta para follársela a base de interpretar sus sueños. También afirmaba que Martita tenía una energía especial y como el cabrón tenía ojos verdes y pelo negro + tableta de chocolate era muy fácil que mi Martita, débil de carácter ya cuando flotaba en el líquido amniótico, se fuera con él depués del cuarto vino. Lo que me jodió es que aprovecharon el momento en que estaba en el servicio. Los sueños de Marta siempre son tan simples como la propia Marta y hasta un chimpancé con un poco de talento podría sacar conclusiones solo con escuchar el tono de su voz. Sueña que se le caen los dientes cuando tiene miedo a la muerte, pero yo creo que lo hace a propósito para hacerse la interesante. Sueña con toros cuando tiene ganas de polla, pero yo creo que sueña con toros todos los días e incluso despierta. Sueña con su padre muerto que le reprocha cosas (¡no me creo una mierda!). En fin. Sueña cosas a propósito para que la conversación se centre en ella al día siguiente cuando las cuenta. El día que me cuente que ha soñado conmigo le diré que es porque tiene deseos ocultos de que le rompa el culo después de darle dos hostias. A ver qué dice, solo por curiosidad. Y el gilipollas ese que se la llevó el otro día como un ladrón me gustaría que interpretase el sueño de la imagen, si tiene cojones. Son dos páginas pero a punto estuve de dejarlo en la primera.
viernes, 14 de mayo de 2010
UNA GOTA DE VÓMITO EN EL OJO DE PEP
Había una señorita muy guapa con unas piernas que no le cabían en los pantalones y me senté a su lado en el autobús. Cuando tienen las piernas regorditas no les caben los muslos en el asiento y a poco que abras las piernas sientes su calorcito en la rodilla. Estaba leyendo un eBook y le pregunté si era cómodo de leer. La chica me dijo que sí y que era muy cómodo, pero que seguía echando de menos el papel. "Claro, no es normal que un libro huela como un electrodoméstico" le dije. Sonrío. Me callé un rato. Me pareció que la chica había estado amable y receptiva así que seguí por ahí.
"Es como la pornografía" le dije" ahora ya casi no se edita porno en papel"
Hubo un silencio
"A mí no me gusta cascármela delante de la tele ni el ordenador, A mí lo que me gusta es hacerlo en la cama con una revista y llenar todas las sábanas de lecherazos... " dije, riéndome con mi risa demente de los domingos.
Por el rabillo del ojo pude observar que la chica hacía como que leía, pero por el movimiento de sus ojos supe que estaba haciendo cualquier cosa menos leer. Se le iban a la ventanilla.
"¿Te imaginas como debe estar de asqueroso el ratón del ordenador de un adolescente?", dije
.....
"JAJAJA...todo pegagoso...Si tienes un hermano de 15 años no toques su ordenador" le di un codazo de complicidad a la vez que hacía el gesto de la zambomba. Asomé la cabeza a su libro, expeliendo mi aliento de vinazo mañanero sobre su orejita. Estaba incómoda pero no decía nada...¿Qué le pasaba a esa chica?
"¿Este señor te está molestando?" dijo la voz del varón dandy por ahí detrás. No quise verle la cara. Me bajé en la siguiente parada, muy ofendido.
¿Qué clase de mundo van a heredar nuestros hijos cuando no estamos dispuestos a charlar en el autobús sobre informática con un desconocido?
Ya en la calle, me puse la mano en la boca para evitar una arcada, pero no pude evitar la explosión de vómito que se escapó a través de los dedos en forma de chorros multidireccionales, uno de lo cuales fue a parar justo a la cara de Penelope Cruz, que alegraba la marquesina con su sonrisa desde el cartel de MANGO. Le limpié el ojo a Pep con la manga de la chaqueta. La gente que esperaba en la parada hacía como que no me miraba.
En la imagen, una historia de 10 páginas sobre conversaciones en el autobús.
miércoles, 12 de mayo de 2010
NEURONAS ESPEJO Y NEURONAS BONOBO
Voy a marcarme el farol otra vez y a pretender dar clases de elaboración de chistes. Pero reconoceréis que soy bastante productivo y el tiempo que no pierdo dibujando o esperando a que la musa me la chupe, lo pierdo elaborando técnicas para hacer chistes en cadena. Otro truquito para hacer chistes cuando no estás para hostias es improvisar un diálogo entre varios personajes Todo puede ser todo lo estúpido que tú quieras porque te puedes pasar tres páginas escribiendo memeces sin que ocurra nada de relevancia, pero en un momento dado llega por fin el giro inesperado, la ocurrencia que te hace entrar en el juego lateral al que no hubieras podido llegar sin tener claro que desde el principio se trataba de un juego que puede que no acabe ese día ni al siguiente, sino cualquier otro , al revisar el texto o mientras sueltas un zurullo del tamaño de un pepino a la vez que tu imaginación vuela por el mundo de las neuronas bonobo. Como siempre guardo las improvisaciones que llevaron al chiste final, aquí tenéis el desarrollo completo de el chiste final que podéis leer si picáis en la primera imagen. En este caso decidí hacer uno de psicólogos. El final del chiste fue una sorpresa para mí y no era mi intención llegar a esa conclusión, pero la revelación ocurrió casi dos semanas después. Primero la improvisación fue así.
¿Qué dice el loco?:
LOCO-Turulete¡¡
PSICOLOGO-La ansiedad ante el futuro incierto forma parte de la evolución natural de todas las personas, no debe asustarse, cuando note que le va a ocurrir, respire profundamente y piense en un prado verde con un arroyo.
LOCO -Turulete!!
LOCO -Padezco erecciones cuando miro peceras.
PSICOLOGO Está usted enamorado de su madre.
LOCO -Padezco erecciones cuando veo caracoles en la lechuga
PSICOLOGO Está usted enamorado de su madre.
LOCO -Padezco erecciones cuando veo a mi madre
PSICOLOGO Probablemente se debe a algún trauma infantil relacionado con algún animal acuático.Lo dejo aquí, sin resultados aparentes.
Como veis, aunque algunas cosas tieneN algo de gracia no se trata de convertir en chiste toda la mierda que se te pase por la cabeza, por mucho que te haya hecho sonreír. Me olvido de ello y sigo haciendo otras improvisaciones con otros temas, como los chicos del BAR, que hablan de la utilidad de meter y sacar la bolsa de té para que se haga más rápido. El resultado de esta lo podéis ver pinchando en la imagen de abajo(son dos páginas). En este caso no fue muy depurado y decidí convertir en chiste toda la mierda que se me pasó por la cabeza. Un par de semanas más tarde vuelvo a revisar los textos y a releer el diálogo LOCO- PSICÓLOGO. Ese día estoy contento y pienso en esa teoría tan manoseada del complejo de edipo y lo tonta que es :"qué complejo de edipo ni que niño muerto, que se hubiera follao a su madre en cuando le entró la gana". Sigo el texto por ese camino:
LOCO- Padezco erecciones cuando miro peceras.
PSICOLOGO- Creo que su problema es que estába usted enamorado de su madre. Complejo de Edipo.
LOCO Claro, es verdad, ahora lo veo claro
LOCO Claro, es verdad, ahora lo veo claro, ahora mismo voy, la cojo y se la meto hasta la garganta.Recuerdo que tengo un chiste por ahí con un paciente viejo y un psicólogo, un paciente tan viejo que su madre no puede estar viva todavía para que el paciente se la meta bien metida. Eso me da pie para rematar el chiste
PSICOLOGO Supongo que su madre ya habrá muerto hace tiempo
LOCO¿y? Sé dónde está enterrada?
Luego le quité lo de la pecera, que le restaba importancia al resto. Que es el chiste de arriba
Pero también podéis olvidaros de todo lo que acabo de contaros y recordar solamente esta idea que me ronda desde hace tiempo:
LA TEORÍA DE LAS NEURONAS BONOBO
La desarrollaré más profundamente en otro post, pero os adelanto un par de cosas: Si las NEURONAS ESPEJO, que se ponen en el lugar del prójimo, empatizan, lo compadecen y comparten su sufrimiento, son MONJAS; las NEURONAS BONOBO, que se ríen del prójimo, lo ridiculizan y pisotean y se encargan de crear humor de la desgracia , son PUTAS.
domingo, 9 de mayo de 2010
QUIERO SER EL GATO DE VERONICA BLUME
"Perdona cielo, pero eso que tienes en la boca es mi cepillo de dientes", le dije a Martita. Llevaba 10 meses compartiendo piso con Martita y su novio y me jodía que usara mi cepillo de dientes después de chupársela a un francés. Y me importaba una mierda que fuera negro pero es que ese negro había pegado con superglue globos de colores en el techo de la habitación y del pasillo. Ahora se estaban empezando a arrugar y me daban mucho asco, colgando del techo como tripas de cerdos de colores. Reconozco que les alquilé la habitación sin conocerle a él; Martita era una morena joven y guapa y no esperaba que su novio fuera negro ni francés. Jean Claude, se llamaba (¡Por el amor de dios!) así que cuando llegaron para instalarse comprendí que nunca había tratado con un negro y que tenía un pequeño poso racista instalado en el hipocampo. Una alarma latente que me decía que los negros eran los porteadores de las películas de Tarzán y ahora los porteadores de las películas piratas, pero no estaban en mi lista de posibles compañeros de piso. El caso es que ya estaban allí para instalarse y no podía rectificar mi decisión. Era un negro alto y muy oscuro además de jugador de futbol del equipo de Andorra. Era un negro europeo, más mundano que yo y con la polla más grande además de tener acceso a mujeres que preferirían estar muertas a estar dos minutos en mi cama (o tres, creo que hay gente que tarda tres y hasta cinco) . Cuando Martita se iba de fin de semana a casa de sus padres, el muy cabrón aprovechaba para traerse francesas rubias y morenas y pelirrojas, que a veces entraban en bragas en la cocina y me decían eso que dicen los franceses para saludar, mientras se preparaban el té. Yo estaba allí con el vino y el atún, mientras ellas mostraban claramente que, después de encajar la polla de su deportista negro francés, no consideraban que yo pudiera ser peligroso, allí sentado, encogido y tenso, mirándolas mezquinamente desde mi vaso de vino.
Podía entender que las francesas pasaran de mí como de la mierda después de una sesión con el dios de ébano, porque además procedían de un país que nos llevaba delantera en muchos aspectos, o eso creía yo, o eso creían ellas. Una de aquellas visitas ocasionales me miró con cierto interés cuando me descubrió leyendo "la Peste" de Camus en la cocina. Por su expresión perfectamente podría decirse que en la cocina había encontrado un chimpancé escribiendo a máquina, o actualizando su página web (actualicemos los tópicos de los chimpancés).
Así que Martita estaba usando mi cepillo de dientes después de hacerle porquerías a su novio, lamerle el culo o algo peor. Me pidió disculpas pero yo me quedé mirándola estupefacto. No me lo podía creer. "¿Y quién me dice a mí que tus dientes no tienen restos de semen de tu novio, o de mierda quizás?". Estaba bastante borracho y con la lengua suelta y mezquina. Y resentido con las mujeres y con el mundo. Me llamó de todo pese a que durante esos diez meses no habíamos mantenido una conversación de más de 2 minutos y ella no sabía nada de mis inquietudes y mis anhelos secretos en la vida. Me enfadé y le dije que no me podía hablar así, que ella no sabía que de niño quería ser payaso, luego abogado defensor, luego artista bohemio de buhardilla y guantes agujereados, luego hombre espíritu en los bosques de mi pueblo, luego esperar borracho hasta la próxima reencarnación , como gato de una top model : una que no tuviera los ojos demasiado separados de la nariz, a ser posible, que no se depilara el coño y que no utilizara perfumes demasiado dulzones ni me cogiera en brazos cuando acabara de venir de hacer deporte, sin ducharse antes; que no me cogiera en brazos al salir mojada de la bañera; que no me acariciara a contrapelo y que no tuviera reparo en juguetear con mis pequeños huevos de gato de vez en cuando, pero que no tuviera las uñas muy largas; que a veces se untara con atún el coño para que yo me lo comiera o que se metiera una salchicha en el culo y dejara que yo me la comiera también, con mis pequeños dientecitos de gato. Y todas esas cosas que les gustan a los gatos. Como ví que me miraba como a un loco peligroso quise decir algo cuerdo y práctico y le expliqué que su negrito futbolista aprovechaba cualquier oportunidad para traerse superhembras francesas a casa y que mejor hacía metiéndose mi polla en la boca en vez de mi cepillo, que ya venía con crema de dientes incorporada.
Después me fui a la cama , abrí otra botella y saqué la revista de putas de debajo del cochón. Uf, esas chicas de la revista, las tenía tan vistas que parecía que me estaba follando a mi hermana pequeña.
Podía entender que las francesas pasaran de mí como de la mierda después de una sesión con el dios de ébano, porque además procedían de un país que nos llevaba delantera en muchos aspectos, o eso creía yo, o eso creían ellas. Una de aquellas visitas ocasionales me miró con cierto interés cuando me descubrió leyendo "la Peste" de Camus en la cocina. Por su expresión perfectamente podría decirse que en la cocina había encontrado un chimpancé escribiendo a máquina, o actualizando su página web (actualicemos los tópicos de los chimpancés).
Así que Martita estaba usando mi cepillo de dientes después de hacerle porquerías a su novio, lamerle el culo o algo peor. Me pidió disculpas pero yo me quedé mirándola estupefacto. No me lo podía creer. "¿Y quién me dice a mí que tus dientes no tienen restos de semen de tu novio, o de mierda quizás?". Estaba bastante borracho y con la lengua suelta y mezquina. Y resentido con las mujeres y con el mundo. Me llamó de todo pese a que durante esos diez meses no habíamos mantenido una conversación de más de 2 minutos y ella no sabía nada de mis inquietudes y mis anhelos secretos en la vida. Me enfadé y le dije que no me podía hablar así, que ella no sabía que de niño quería ser payaso, luego abogado defensor, luego artista bohemio de buhardilla y guantes agujereados, luego hombre espíritu en los bosques de mi pueblo, luego esperar borracho hasta la próxima reencarnación , como gato de una top model : una que no tuviera los ojos demasiado separados de la nariz, a ser posible, que no se depilara el coño y que no utilizara perfumes demasiado dulzones ni me cogiera en brazos cuando acabara de venir de hacer deporte, sin ducharse antes; que no me cogiera en brazos al salir mojada de la bañera; que no me acariciara a contrapelo y que no tuviera reparo en juguetear con mis pequeños huevos de gato de vez en cuando, pero que no tuviera las uñas muy largas; que a veces se untara con atún el coño para que yo me lo comiera o que se metiera una salchicha en el culo y dejara que yo me la comiera también, con mis pequeños dientecitos de gato. Y todas esas cosas que les gustan a los gatos. Como ví que me miraba como a un loco peligroso quise decir algo cuerdo y práctico y le expliqué que su negrito futbolista aprovechaba cualquier oportunidad para traerse superhembras francesas a casa y que mejor hacía metiéndose mi polla en la boca en vez de mi cepillo, que ya venía con crema de dientes incorporada.
Después me fui a la cama , abrí otra botella y saqué la revista de putas de debajo del cochón. Uf, esas chicas de la revista, las tenía tan vistas que parecía que me estaba follando a mi hermana pequeña.
Alguien lloraba por ahí.
Después de aquello Martita se fue y me dejó a su novio en herencia. El hombre se mostraba taciturno y me dio pena. Nunca había hablado con él y quise tener un detalle (mi conciencia, esa puta inútil) Le ofrecí lentejas y quise hablarle en francés del mío de la escuela. "No te molestes, soy de Cuenca" me dijo. Es una historia muy larga y vamos a obviar las explicaciones. Cayeron un par de botellas de vino tinto y un día trajo a dos de sus putas francesas para que nos lo pasáramos bien, dentro de lo posible. El triunfó y yo no.
-Oye, y si no eres francés,¿ a qué viene ese nombre?.
-Por Van Damme.
-¿Y las francesas?
-Porque se me dan bien
-¿Y los globos de colores en el techo?
-Por gilipollas.
-Jajaja.
Qué hijo de puta, ni era francés, ni era negro ; era de Cuenca. Un gran chaval. El chiste..no sé, ahí está. Es divertido, coño.
Después de aquello Martita se fue y me dejó a su novio en herencia. El hombre se mostraba taciturno y me dio pena. Nunca había hablado con él y quise tener un detalle (mi conciencia, esa puta inútil) Le ofrecí lentejas y quise hablarle en francés del mío de la escuela. "No te molestes, soy de Cuenca" me dijo. Es una historia muy larga y vamos a obviar las explicaciones. Cayeron un par de botellas de vino tinto y un día trajo a dos de sus putas francesas para que nos lo pasáramos bien, dentro de lo posible. El triunfó y yo no.
-Oye, y si no eres francés,¿ a qué viene ese nombre?.
-Por Van Damme.
-¿Y las francesas?
-Porque se me dan bien
-¿Y los globos de colores en el techo?
-Por gilipollas.
-Jajaja.
sábado, 8 de mayo de 2010
Nº34
Esta semana no he trabajado una mierda en la peluquería, así que me dediqué a jugar con los fragmentos que deseché de la entrevista de Juarma para componer otra y ponerla en boca de Dangerous Man. Por otro lado, ayer tuve una conversación muy enriquecedora con Jose el
del bar España sobre mujeres y eso, y me dio la cosa para otra historieta más de las largas. Eso es todo. Una entrevista a Dangerous Man y problemas con las mujeres.
jueves, 6 de mayo de 2010
UNA BOLSA ROJA Y UNAS OREJAS SERPENTEANDO POR LA PARED
Pues veréis lo que pasó: Un tipo aprovechó que la puerta de atrás del autobús estaba abierta para dejar allí una enorme bolsa deportiva roja y desaparecer. Parece que a nadie le extrañó aquello menos a mí. En los dos segundos que tardó en dejar su bolsa vi su rostro taciturno y despiadado. Era un hombre muy malo. Miré a la chica que tenía enfrente esperando comprensión y alarma y no encontré nada, así que salté a por la bolsa y la arrojé a la calle antes de que explotara. ¡Salté como una gacela!, ¡como un spíderman de abrigo y sombrero! El autobús todavía no arrancaba, llovía y llovía y llovía y la gente se agolpaba en la puerta delantera y entraba y entraba y entraba. Un grupo de niños se acercó a la bolsa. ¡Iban a morir carbonizados y despedazados y sería culpa mía! El autobús seguía allí parado. La gente me miraba de una manera muy rara. Apareció el hombre de la bolsa a mi espalda y se quedó mirando el espacio vacío donde la había dejado y luego a las caras, buscando respuesta. La puerta de atrás se cerró . ¡Me abre atrás por favor! grité. Abrió. Bajé, cogí de nuevo la bolsa y la arrojé al autobús, a las manos de su dueño, que no entendía nada. Me miraba con desconcierto,¿os lo podéis creer? Como si fuera yo el que había traido esa bolsa roja explosiva. Me di la vuelta y corrí y corrí y corrí. Cuando ya me sentí a salvo me paré a conjeturar, adivinando ya que la bolsa no iba a explotar . Bien. Lo que ocurrió fue lo siguiente: el señor estaba acostumbrado a cargar en el autobús con su enorme bolsa roja, con la que se dirigía a su trabajo; estaba harto de tropezar con la gente, harto de la puta bolsa y harto del autobús y de no tener coche; de ahí su torva mirada. La soltura y tranquilidad con que colocó la bolsa , como si la estuviera depositando en el maletero, arrimadita para que no estorbara, daban fe de que ya estaba acostumbrado a realizar esa operación. yo estaba nervioso esa mañana porque había tenido una noche larga y en el tejado había ratones o sabe dios qué; porque el azul de las paredes de la habitación era frio como nunca y la almohada estaba muy sudada y se había derramado vino sobre la sábana y el colchón se había agujereado con la colilla del porro, que no solo no me había sentado bien sino que me había hecho percibir las orejas de los vecinos en la pared por lo menos tres veces a lo largo de la noche, eran las orejas de esos putos bacaladeros o raperos o como se llamen, con sus risas tontas y su mierda de música todo el puto día. Ellos ponían aquello más alto y yo lo mío mucho más. Así durante dos meses hasta que me compré unos CDs de efectos sonoros con trenes, camiones, aviones, fieras salvajes, tormentas, vientos huracanados...Eran 10 CDs y tenían de todo. Los grabé en el ordenador e hice una lista de reproducción fantástica que ahuyentó incluso a las palomas del alfeizar de la ventana, que ya habían anidado allí 4 veces y criado a sus insolentes pichones que desaparecían al llegar su hora sin la más mínima muestra de agradecimiento. La dejaba puesta vuelta y vuelta durante todo el día. Sí señor. Me asomaba a la ventana desnudo con mi polla amorcillada y me estiraba mirando a la vieja de enfrente que tendía la ropa y hacía como que me ignoraba mientras mi habitación emitía rugidos de león o bramidos de elefante, inundando de exotismo el patio de luces. Me iba por ahí de vinos y, mientras, los aviones y los trenes y los leones y los truenos irrumpían en mi habitación y casi seguro que también en las casas de los vecinos. Cocinaba escuchando cataratas y vientos huracanados. Hipopótamos y cuervos y grillos. Pero ese día no. Ese día se había ido la luz y no tenía a mis amiguitos los efectos sonoros, ni libros, ni lápices ni nada. Solo las dos velitas y el azul de las paredes, el tabaco y el vino. Y las orejas de los vecinos raperos pegadas a mi pared, que al fin y al cabo también era suya. Así que estuve toda la noche en vela escuchando orejas que serpenteaban por mi pared y por eso cuando amaneció estaba nervioso y con una desagradable sensación de peligro inminente y por eso cogí el autobús en dirección a la bodega central, que es como un bálsamo para esas ocasiones. Fue por culpa de esa angustia irracional que actué con presteza ante un peligro inminente, una bomba en el autobús, solucionando el caso y salvándole la vida a los pasajeros y a mí mismo pero condenando a los niños del parque y poco después condenando a los pasajeros y salvando a los niños y a mí mismo.
Luego me entró la risa, para variar, ya relajado y con algo de cecina y vino en el estómago.
Y esto no se lo conté nunca a nadie y os ruego que tampoco lo hagáis vosotros.
En la imagen, una historia de locos en el autobús. son dos páginas
Luego me entró la risa, para variar, ya relajado y con algo de cecina y vino en el estómago.
Y esto no se lo conté nunca a nadie y os ruego que tampoco lo hagáis vosotros.
En la imagen, una historia de locos en el autobús. son dos páginas
miércoles, 5 de mayo de 2010
"MUERTE AL UNDERGROUND" ME HACE UNA ENTREVISTA
Ya desde pequeño soñaba con ser entrevistado en un blog, pese a que semejante cosa no existía, así como tampoco existía redtube ni el sexo en vivo a través de webcam. Pero yo, ya de niño, añoraba esas cosas que todavía no existían y ahora las piezas empiezan a encajar y el caos se ordena en forma de pequeños caprichos conseguidos. Una mujer se masturba ante mis ojos delante de la pantalla mientras me habla, puedo acceder a la pornografía más inmunda sin avergonzarme ante la dependienta del videoclub y me pueden entrevistar públicamente sin ser famoso ni haber tenido que tejer una espesa maraña de conspiraciones y complejas relaciones públicas para ello; sin gritarle al mundo que un día practiqué el sexo con la duquesa del crepúsculo a cambio de una botella de vino (mi intimidad es sagrada amigos).
Ahí lo tenéis, el dibujante de Deifontes Juarma me hace en uno de sus blogs, MUERTE AL UNDERGROUND una jugosa entrevista en la que desnudo mi alma públicamente.
Ahí lo tenéis, el dibujante de Deifontes Juarma me hace en uno de sus blogs, MUERTE AL UNDERGROUND una jugosa entrevista en la que desnudo mi alma públicamente.
Podéis picar en la imágen para ir a la entrevista.
martes, 4 de mayo de 2010
33. LEE ESTO Y VUELVE A ENTRAR
Se me ha ocurrido que estaría bien explicar cómo hago chistecillos cuando no tengo la cabeza para hostias. Pongamos que no tengo la cabeza para hostias porque me duele una muela. Pongamos que consigo reducir considerablemente el dolor, pero me preocupa tanto que no haya desaparecido para siempre e incluso que acabe de comenzar un largo y tortuoso periplo de mi vida en el que el dolor será una constante, que no tengo el cerebro en ese estado receptivo que me hace ver la risa donde parece no haber nada. Bien, pues cojo y empleo el truco del dibujo sorpresa. Cojo y lo hago. Hago un señor con una cara fea usando unos trazos que no son los habituales. Es un dibujo lúdico y no hay proyecto. No sé a dónde va a ir a parar. Lo hago muy anquilosado , a este señor, con las manos pegadas al cuerpo y una incómoda joroba que le llega hasta la coronilla. ¿Y ahora? Las manos, me gusta dibujar manos nudosas y con venas y me da por ponerlas en una postura imposible que me obligue a currarme más los dedos y así pasármelo mejor haciendo las arruguillas y las venas. Ahora tenemos un dibujo sumamente raro porque no se me ocurre qué puede haber llevado a este señor a poner las manos así. De eso depende que el dibujo se convierta en chiste o que siga siendo una cosa que hice por deporte. Este señor sonríe así que probablemente le causa algún placer mover las manos así. ¿Y por qué no le preguntamos a él?. Se lo pregunto y me dice :porque se me da bien. Me hace gracia pero no lo bastante. ¿Por qué se le da bien esa estupidez en concreto y por qué le gusta hacerla ? Pues porque con el resto del cuerpo no puede hacer nada. ¿Por qué? Porque no puede casi ni moverlo. ¿Por qué? Porque es viejo. Ahora tengo que simplificar: ¿Qué pregunta le hago para que quede claro que el señor es muy viejo, ya que el dibujo no es demasiado explícito en esa cuestión y no puedo cambiarlo(son las reglas del juego)? : ¿Por qué hace eso con las manos, abuelo?. ¿ Y qué me responde él para que no solo exprese que no puede casi mover el resto del cuerpo sino que no espera poder hacer eso con las manos durante mucho tiempo más, añadiendo un toque de humor negro mayor aún?: Porque todavía puedo. Y lo hace sonriendo, como muchos viejos cuando te dicen que ya sobran en este mundo. Ahora solo hay que poner esas manos a hacer gimnasia un rato antes de que la voz en of le pregunte al viejo, para que el lector sienta también curiosidad por el extraño comportamiento de sus manos.
Inmediatamente me doy cuenta de que acabo de abrir la puerta y ahora puedo ir a por más: La viñeta negra: ¿Por qué es gracioso que una voz en la oscuridad le diga a su mujer que está preocupado por la actitud en la escuela de su hija de 9 años? Pues porque la mujer le responde que le saque la polla del culo si es que van a hablar de los niños. ¡Y sin hacer un puto trazo, con una viñeta negra(o tres)! ¡soy el puto amo!. Ahora puedo cerrar la puerta detrás de mí y seguir urgando y jugando porque en el país de los culos y las gominolas no hay muelas podridas. Las neuronas están contentas y se van de excursión por caminos desconocidos, despertando a otras neuronas que estaban inactivas, en estado de hibernación, que se conectan a su vez con otras neuronas que nunca en la vida se habían molestado en hacer nada de provecho. Juegan juntas y cada vez que piensas que lo hacen, nuevas neuronas se unen a la fiesta y se ríen y se masturban y sodomizan como bonobos. Eso es.
¿Si para pelar patatas hubiera que estudiar una carrera, que nombre tendría?
Vuelve a entrar en el número mágico, el 33. Porque en el post anterior lo anuncié bajo la presión de un dolor de muelas y me tengo prohibido editar mis textos. Seguro que ahora aprecias más su contenido.
lunes, 3 de mayo de 2010
COMO LOS SAPOS CIEGOS XXXIII
En fin, le he puesto ese título al número 33 porque no sabía que hacer con la portada y eso, pero de mágico nada, son todo cosas terrenales de las que llegan al alma. Un torbellino de sentimientos que ahondará en lo más profundo de vuestros corazones si es que tenéis corazón y, si no lo tenéis, a lo mejor os entra la risa. Puede que sea uno de los números más estúpidos de los que hay porque me dolía mucho una muela. Pese a que ocurrieron toda suerte de accidentes graves ante mis ojos y las personas con las que comparto el autobús diariamiente parecían más subnormales que nunca, los clientes de mi peluquería tenían siempre el aspecto de haberse golpeado con un columpio de pequeños e incluso una amiga se me abrazó llorando porque se le había muerto el gato, no conseguía redireccionar toda esa mierda hacía la meta final, que es siempre un nuevo número de los sapos ciegos. Cuando ya estaba a punto de tirar la toalla, decidí que, ya que me dolían las muelas, podía aprovechar para hacer unas tiras de mierda que no le gustasen a nadie, con una portada hortera de colorines y un título innecesario. Y así fue.
Aunque a mí me hace gracia el chiste de la vieja decapitada, qué coño.
sábado, 1 de mayo de 2010
LA CARPETA MÁGICA
El tamaño de la carpeta es de 60 por 50 cms, no tiene asas, lleva chapas de madera y piel de vaca y pesa un huevo
Las hebillas, forjadas con metales extraterrestres, y los cosidos mágicos de la carpeta.
Decidí dejar la cocina y le pedí a Satur que me enviara a Andorra mi carpeta mágica de madera y cuero. La idea de la carpeta mágica de madera y cuero la fraguaron los hermanos Satur y Oscar Larue en la bodega central. Yo les dije que me iba a comprar una carpeta de vinilo para los dibujos y Satur dijo que de ninguna manera, que mi obra necesitaba una carpeta especial telúrica que hiciera asombrarse al futuro cliente de inmediato y desear ver lo que había dentro. Su hermano Oscar dijo que él se encargaba del cuero. Satur dijo que se podía pegar con unos remaches a la madera. Oscar dijo que su trabajo era su orgullo y que jamás pegaría el cuero a la madera con remaches y que la cosería con sus propias manos desnudas. Satur dijo que grabaría mi apellido en la madera con una cosa de esas (ni puta idea) Y al día siguiente se pusieron manos a la obra y una semana más tarde ya tenía mi carpeta mágica. Luego me fui a Andorra y no tuve oportunidad de comprobar sus poderes hasta dos años mas tarde.
La carpeta me llegó en buen estado a la semana siguiente de pedir que me la enviasen y en seguida la llené con unas absurdas acuarelas de manos y pies y cabezas de niñas con reptiles variados encima; y me dediqué a buscar una galería que quisiese exponerlas. En la galería "no se qué" había una tía muy maja con gafas de montura azul y ojos verdes. Le expliqué que era un famoso artista millonario asturiano pero que nadie lo sabía todavía en ningún sitio porque intentaba pasar desapercibido por alguna razón absolutamente estúpida y que si quería le compraba todo lo que tenía colgado para hacer sitio para mi obra y que si quería ser mi secretaria particular en su tiempo libre. Me dijo que ya me había visto una vez fregando los platos en el restaurante de su padre y que mis acuarelas eran muy bonitas pero no le interesaban las acuarelas de manos y pies y niñas con iguanas en la cabeza. No entendía cómo me había reconocido con mi abrigo largo elegante, mis botas de piel de serpiente, mi sombrero de copa amarillo, mis gafas aviator de cristales anaranjados ( pero mira que es bonito todo a través de esos cristales) y mi jersey de lana azul y así se lo hice saber. Me dijo que ya me había visto bebiendo cuatro copas de anís de guindas en la cafetería del Escale, sin las gafas ni el sombrero, y abriendo ostentosamente mi carpeta y barajando las acuarelas para que las rubias de la mesa de al lado se fijaran. Le dije que era una chica muy lista y que me hacía sentir como si hubiéramos compartido bañera de pequeños. Hubo un incómodo silencio. La carpeta mágica comenzó a emitir feromonas masculinas y femeninas libres y salvajes pero ella no parecía darse cuenta así que se lo hice saber. “Es una carpeta mágica” le dije con la más seductora de mis sonrisas. Me acompañó hasta la puerta sin que en ningún momento pareciera que me acompañaba hasta la puerta. ¡Qué elegancia y qué saber estar! Cuando me empujó levemente con su manita para que saliera me dio la impresión de que en realidad me acariciaba. Antes de que cerrara metí un poco la cabeza y le pregunté si quería que viniera a buscarla a la hora de cerrar. Desde dentro, a través del cristal, me hizo un delicioso gesto con su dedo corazón estirado hacia arriba( creo que ese gesto tiene un nombre).
Desde entonces, y gracias a mi carpeta mágica, los encuentros se sucedieron en bares y cafeterías y siempre de la misma forma: Ella me veía, extraviaba la mirada, coqueta, y desaparecía; o en la calle: ella me veía, extraviaba la mirada, coqueta, cruzaba la acera y aceleraba el paso desapareciendo entre la multitud. Era la manera que tenía de llamar mi atención, la pobrecita. Y nunca, nunca llamó a la policía al verme espiando la galería desde el portal de enfrente, con mi sombrero amarillo, mi carpeta mágica, mis gafas y mis botas de piel de serpiente. Un ángel del cielo. Ya hace años que no saco la carpeta de casa porque no soy amigo de pasiones intensas y agotadoras, aunque a veces me parece imposible que semejante fuente de poder haya caído en mis manos y tampoco descarto que sea la combinación de esta con las botas de piel de serpiente y las gafas aviator lo que provoca una conjunción de energías paranormales a mi alrededor porque de lo que estoy seguro es de que el sombrero amarillo y el abrigo no tienen nada que ver.
La carpeta me llegó en buen estado a la semana siguiente de pedir que me la enviasen y en seguida la llené con unas absurdas acuarelas de manos y pies y cabezas de niñas con reptiles variados encima; y me dediqué a buscar una galería que quisiese exponerlas. En la galería "no se qué" había una tía muy maja con gafas de montura azul y ojos verdes. Le expliqué que era un famoso artista millonario asturiano pero que nadie lo sabía todavía en ningún sitio porque intentaba pasar desapercibido por alguna razón absolutamente estúpida y que si quería le compraba todo lo que tenía colgado para hacer sitio para mi obra y que si quería ser mi secretaria particular en su tiempo libre. Me dijo que ya me había visto una vez fregando los platos en el restaurante de su padre y que mis acuarelas eran muy bonitas pero no le interesaban las acuarelas de manos y pies y niñas con iguanas en la cabeza. No entendía cómo me había reconocido con mi abrigo largo elegante, mis botas de piel de serpiente, mi sombrero de copa amarillo, mis gafas aviator de cristales anaranjados ( pero mira que es bonito todo a través de esos cristales) y mi jersey de lana azul y así se lo hice saber. Me dijo que ya me había visto bebiendo cuatro copas de anís de guindas en la cafetería del Escale, sin las gafas ni el sombrero, y abriendo ostentosamente mi carpeta y barajando las acuarelas para que las rubias de la mesa de al lado se fijaran. Le dije que era una chica muy lista y que me hacía sentir como si hubiéramos compartido bañera de pequeños. Hubo un incómodo silencio. La carpeta mágica comenzó a emitir feromonas masculinas y femeninas libres y salvajes pero ella no parecía darse cuenta así que se lo hice saber. “Es una carpeta mágica” le dije con la más seductora de mis sonrisas. Me acompañó hasta la puerta sin que en ningún momento pareciera que me acompañaba hasta la puerta. ¡Qué elegancia y qué saber estar! Cuando me empujó levemente con su manita para que saliera me dio la impresión de que en realidad me acariciaba. Antes de que cerrara metí un poco la cabeza y le pregunté si quería que viniera a buscarla a la hora de cerrar. Desde dentro, a través del cristal, me hizo un delicioso gesto con su dedo corazón estirado hacia arriba( creo que ese gesto tiene un nombre).
Desde entonces, y gracias a mi carpeta mágica, los encuentros se sucedieron en bares y cafeterías y siempre de la misma forma: Ella me veía, extraviaba la mirada, coqueta, y desaparecía; o en la calle: ella me veía, extraviaba la mirada, coqueta, cruzaba la acera y aceleraba el paso desapareciendo entre la multitud. Era la manera que tenía de llamar mi atención, la pobrecita. Y nunca, nunca llamó a la policía al verme espiando la galería desde el portal de enfrente, con mi sombrero amarillo, mi carpeta mágica, mis gafas y mis botas de piel de serpiente. Un ángel del cielo. Ya hace años que no saco la carpeta de casa porque no soy amigo de pasiones intensas y agotadoras, aunque a veces me parece imposible que semejante fuente de poder haya caído en mis manos y tampoco descarto que sea la combinación de esta con las botas de piel de serpiente y las gafas aviator lo que provoca una conjunción de energías paranormales a mi alrededor porque de lo que estoy seguro es de que el sombrero amarillo y el abrigo no tienen nada que ver.
En las imágenes: la carpeta con detalles de los complicados cosidos que le otorgan los poderes paranormales y debajo una de las acuarelas retocadas con photoshop unos años más tarde. Si picaís en ella veréis una estúpida animación que hice con la iguana para hacer una prueba cuando descubrí el image ready .
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