T. se emborrachó una vez conmigo. Es un tipo discreto y no muy dado a las fiestas pero aquel día necesitaba emborracharse y me llamó, suponiendo que yo estaría dispuesto como siempre. Invitaba él. No le pregunté nada ni mostré extrañeza por sus excesos (esa es mi grandeza, no incomodar con indiscreciones y dejar que el río fluya). Cuando ya iba bien la cosa y nos habíamos reído algo, dejé caer unos incómodos silencios para que se animara a explicar lo que fuera. No tardó. El asunto es que él era el más pequeño de 7 hermanos. Sus padres lo tuvieron ya entrados en años y él suponía que no habían vuelto a copular nunca; no entendía que placer podían sentir aquellos ancianos en revolcarse juntos. Eran feos.
-Esta misma noche- me explicó- llegué a casa a la 1 de la madrugada procurando no hacer ruido, me extrañó ver su puerta abierta. No me esperaban. Recordé que les había dicho que esa noche saldría de viaje (había cambiado de planes). Estaban follando. Uno encima del otro, como lo oyes. Mis ancianos padres follando como perros. Y gemían. Volví a la sala y me senté allí a oscuras. Cuando me pareció que habían parado volví a intentar pasar discretamente en dirección a mi cuarto y descubrí que mi madre se la estaba chupando a mi padre. Como lo oyes. Mi madre se estaba metiendo la vieja polla de mi padre en su boca. El caso es que ahora no sé qué pensar…- Unas tímidas lágrimas afloraron en sus ojos.
Inmediatamente pensé que no se debería tener hijos a partir de cierta edad, para evitar el riesgo de parir tarados como el que tenía delante. Al parecer, su madre era una vieja de las que hace galletitas y se asusta de cómo va el mundo y su padre un hombre cabal de hablar de futbol y jugar al mus, que se compró cuatro gorras de jubilado (dos de invierno a cuadros y dos de verano a rayas) el día de su jubilación. Le consolé como pude, explicándole que a mi vecina octogenaria la habían pillado ensartada por un gran danés, que les tuvieron que tirar un cubo de agua fría para separarlos. No se lo creyó pero le entró la risa. Eso era todo lo que yo podía hacer.
¡T, esta historieta va por ti y por tus padres, si es que aún viven! ¡pica en la imagen amigo mío!