lunes, 30 de julio de 2012
miércoles, 25 de julio de 2012
COMO LOS SAPOS CIEGOS Nº 67
El nº 67 de los Sapos Ciegos está por partida doble. En su sitio de siempre, para que puedas compartir chistecicos sueltos y en formato ISSUU para que lo leáis como una revista electrónica toda del tirón. En la imagen de arriba tenéis la primera opción y aquí abajo el issuu.
lunes, 23 de julio de 2012
DORMIR BIEN
-Hoy vamos a ducharnos antes de acostarnos y ya verás qué
bien dormimos.
Es ella la que duerme mal y no yo pero le hice caso porque
cuando Marisa hace una afirmación del tipo que sea es bastante probable que tenga razón. Nos
duchamos.
Cuando ya estábamos en la cama me lo repitió.
-Ya verás qué bien dormimos. Como lirones hasta las once de
la mañana. Pero de estos sueños profundos y largos que te dejan descansado para
dos semanas.
Pasaron diez minutos después de apagar la luz.
-Ay, Marisa, estoy
tan ilusionado esperando ese sueño reparador que no puedo dormir.
-Tú relájate que después de una ducha nocturna es imposible
que no te duermas enseguida.
Otros diez minutos y yo con los ojos abiertos como platos.
Tenía tantas ganas de disfrutar de ese sueño que Marisa me había prometido que
mi cabeza entró en un bucle de espera ansiosa: "¿Cuándo viene el sueño, pero
cuándo?"
-Marisa, por Dios, me dijiste que iba a dormir muy bien e iba
a pasar una noche muy feliz y reparadora y ahora tengo tantas ganas de que
ocurra que mi cerebro está expectante y no me deja dormir, tengo alucinaciones
febriles en las que mi alma se desprende de mi cuerpo y se eleva hasta el techo
y me veo ahí abajo durmiendo pero soy incapaz de conciliar el sueño.
-Hazte una paja.
Empecé a hacerme una paja, pero no podía concentrarme y
mi mente se elevaba y me veía a mí mismo
haciéndome una paja y la expresión de mi rostro en la cama era tan simiesca que
mataba la lujuria. ¡¡Es imposible hacerse una paja y correrse mientras se
observa uno a uno mismo desde el techo de la habitación!! Me entró miedo. A lo
mejor a partir de ahora mi mente flotaría siempre unos metros por encima de mi
cuerpo observando todo lo que hacía. Ahora me rasco, ahora abro el vino, ahora
lo bebo, pero no lo bebo yo sino ese de ahí abajo que parece gilipollas y ni
siquiera lo siento fluir por mi gaznate. Decidí dejar de mirar cómo me la cascaba y le
eché un vistazo a mi Marisa. Estaba dormidita, la pobre. Emitió un ruidito así
como “ñigoñigoñigo” y se dio la vuelta en la cama echándole el aliento en el
cogote al Mariano de la cama. Vi desde el techo como me quedaba dormido con la
polla, ya flácida, en la mano. Marisa tenía su piececito asomando fuera de la
manta y un mosquito se posó en él y pude ver como succionaba la sangre y me
apeteció ser el mosquito. Luego me quedé dormido ahí arriba pero al día siguiente ya me había fundido de nuevo
conmigo mismo. Eran la tres de la tarde y
Marisa canturreaba en la ducha. Pero qué lista es la hija de puta.
En la imagen, página 1 de 3
viernes, 20 de julio de 2012
jueves, 19 de julio de 2012
MARISA Y MARIANO LO CELEBRAN
Mariano y Marisa están de enhorabuena, van salir en el libro "Mi Marisa es un ángel" y lo celebran como solo ellos saben. A él se le ve feliz y a ella puede que también o puede que resignada o quizás ausente...¿quién sabe lo que pasa realmente por la cabeza de Marisa? Lo que pasa por la de Mariano no es ningún secreto porque es un libro abierto.
lunes, 16 de julio de 2012
viernes, 13 de julio de 2012
jueves, 12 de julio de 2012
PEP
De
niño recuerdo que tenía un primo que sabía imitar con la boca el ruido de una
botella de champán al descorcharse. Yo no sabía silbar con los dos dedos en la
boca ni con cuatro ni con ninguno ni ganas que tenía pero cuando vi por primera
vez a mi primo hacer eso sentí una necesidad apremiante de aprender a hacerlo
yo también. Me despertaba en mitad de la noche intentándolo pero había algo que
fallaba, no conseguía hacer eclosionar el aire con la fuerza suficiente. Mi
primo me explicó que era como pronunciar la p pero sin utilizar las cuerdas
vocales, pero esa era una idea un tanto abstracta para un niño de 9 años. Po
fin ocurrió un día mientras me columpiaba en el parque. Se hizo la luz, paré el
columpio, sentí repentinamente que me había llegado una inspiración y ahora sabía
cómo hacerlo. Mire a la niña de al lado con expresión entre alucinada y absorta
y ella debió notar una luz en mi rostro porque paró su columpio y se me quedó
mirando. Lo hice. No creo que haya una onomatopeya que describa ese ruido con
fidelidad así que nos quedaremos con PEP. La niña era la menor de 13 hermanos
que vivían hacinados en un piso pero a pesar de eso resulta que también sabía hacer
PEP y respondió a mi provocación con uno más sonoro incluso que el mío. Seguimos
el reto durante un rato y cada vez se me daba mejor. Finalmente hice uno tan bueno
que ella misma se dio cuenta de que no podría superarlo y, ofuscada, me escupió
a la cara y se fue. Era muy buena escupiendo. Antes de hacerlo sacó la lengua
con el salivazo y la volvió a meter haciendo algo con la garganta que daba a
entender que lo iba a expulsar con mucha fuerza. Más tarde tuve oportunidad de
conocer a sus hermanos y comprendí que todos ellos competían a la hora de
escupirse entre ellos y dotaban al acto
de una teatralidad y ceremonia que paralizaba a la víctima, que no era capaz de
reaccionar a tiempo y cubrirse la cara con las manos. Desde ese día, cada vez
que nos cruzábamos por el pasillo nos mirábamos y hacíamos PEP y sonreíamos. Llegamos
incluso a trabar amistad y un día me enseño a restallar los nudillos. Era una
niña asombrosa.
Recuerdo
que mis primeros días haciendo PEP fueron muy intensos. Lo hacía a todas horas
de tal manera que llegué a interiorizarlo y automatizarlo como una especie de
tic y en cuanto me ponía a hacer deberes o cualquier otra cosa que exigiera
concentración me salían de manera continuada y compulsiva los PEPS. Tenía por
aquel entonces un profesor cruel y despótico que golpeaba a los niños con sus
nudillos peludos aunque yo había conseguido librarme hasta entonces por alguna
razón que desconozco. No se había fijado en mí. Sin embargo un día estábamos en
clase haciendo unas cuentas y el PEP comenzó a salir de mi boca de manera
inconsciente y automatizada. El profesor, que se llamaba don Joaquín, gritaba:
-¡¡¿Quién
está haciendo ese ruido?!!
Pero
nunca me pillaba ni yo sabía a qué se refería porque ya os digo que lo hacía de
manera inconsciente. En un momento dado debió darse cuenta y localizarme y fue
acercándose sigilosamente, muy despacio, hasta que su sombra se proyectó sobre
mi libreta. Noté su aliento en mi cogote, me volví a mirarle y lo hice: PEP.
Me
agarró de la oreja y me llevó hasta el encerado.
-Vuelve
a hacerlo –me dijo
Lo
hice. Nunca había sufrido uno de sus hostias del revés y me tembló el cerebro
dentro del cráneo.
-¡¡Hostia!!-dije
-¿Qué
has dicho?
-Hostia.
Y
otro bofetón.
-¡¡Hostia!!
-¿Qué
has dicho?
-Hostia
Y otro bofetón. Así hasta cuatro veces. Qué hijo de puta. Ya nunca más
hice ese ruidito que tan feliz me hacía hasta el otro día. Veréis, iba yo andando
por la playa cuando me crucé con un tipo
igualito que mi profesor Don Joaquín pero 40 años más viejo. Era él. Me di la
vuelta y lo seguí. Entró en una cafetería y yo detrás. Me puse a su lado. Pidió
un cafelito y yo otro. Esperé un rato para saborear mejor el momento. Me acerqué
a él sigilosamente hasta que tuve mi boca casi metida en su oreja, se la agarré
muy fuertemente y lo hice: PEP
LA MIERDA DEL VIOLINISTA. PÁGINA1 DE 5
El germen de Mariano y Marisa. En principio ella también era una friki que siempre iba en chandal y la manera de funcionar de su cerebro no tenía nada que envidiarle a la de Mariano.
Página 1 de 5.
Por cierto, todavía os quedan 5 días para colaborar en el proyecto "Mi Marisa es un ángel" y llevaros un ejemplar dedicado u otros regalitos que hay por ahí.
Página 1 de 5.
Por cierto, todavía os quedan 5 días para colaborar en el proyecto "Mi Marisa es un ángel" y llevaros un ejemplar dedicado u otros regalitos que hay por ahí.
lunes, 9 de julio de 2012
jueves, 5 de julio de 2012
FE DE VIDA
Caixa Andorrana Seguretat Social
C/Joan Margall 3 AD500
Andorra la Vella
Gijón, 4 de
julio de 2012
ASUNTO: Envío de certificado oficial de fe de vida
El otro día advertí alarmado que no había cobrado la pensión
correspondiente al mes de Julio y después
de cagarme en dios y en la virgen varias veces decidí llamarles a ustedes y una
chica con la voz monótona y amodorrada me preguntó si había enviado la fe de
vida correspondiente al mes de mayo para que ellos pudieran saber que no estoy
muerto y sigo teniendo derecho, por
tanto, a la pensión que me corresponde por mis años de trabajo en Andorra. Le
dije a la chica que me había olvidado porque cuando se está vivo es difícil que
uno tenga en su lista de gestiones prioritarias demostrar por escrito y por correo
que lo está, ya que el mero hecho de tener que hacerlo dos veces al año, si nos
paramos a pensarlo fríamente, nos acerca dos veces al año a la idea de la
muerte. Cuando fui al registro civil a recoger mi fe de vida me pareció que la
chica del mostrador me miraba intentando detectar algo que indicara que no
estaba vivo sino muerto y por un momento temí que me tomara el pulso allí mismo
o me colocara su espejito de maquillarse en el aliento o, mejor aún, que
colocara su cabecita sobre mi pecho para escuchar mi corazón, pero se limitó a
hacer un expresivo gesto que se me antojó como un “bueno anda, si él dice que
está vivo, habrá que creerle”. El
certificado dice algo que corrobora mi sospecha de que la chica se quedó con
alguna duda respecto a la posibilidad de que mi corazón latiera. Decía: “certificamos,
siempre en calidad de presunción, que Javier López Guerrero está vivo”.
Dicho esto anexo el preceptivo certificado oficial de fe de
vida correspondiente al mes de mayo de 2012, cuyo envío se había olvidado en su
momento, con el objetivo de dar cumplimiento a la legislación vigente en
materia de cobro de pensiones. Se solicita a la CASS la reanudación del pago de
la pensión por invalidez.
Solo recordarles que su pequeña pensión me aleja de la indigencia
y este mes, al faltarme esa pequeña gran cantidad de dinero, me he visto
obligado a rondar los contenedores cercanos a los restaurantes donde conseguí
recuperar en una ocasión media docena de costillas roídas probablemente sin
demasiada avaricia porque el raspado de lo huesos me proporcionó carne para unas ricas
croquetas. También unos yogures caducados con trozos de fresas algo
enmohecidas. Luego apareció una chica, a todas luces rumana, con unos preciosos
ojos de color aceituna y se puso a buscar también en el contenedor. Le dije que
con esa carita podía meterse a puta o cajera y no era necesario que hurgara en
los contenedores y me ofreció una paja a cambio de 5 euros, oferta que decliné
porque no hacía ni diez minutos que me había masturbado en los servicios de la
cafetería, donde una mujer joven había sacado su pecho para amamantar a su hijo
y se había puesto colorada al notar mi mirada acariciando su pezón mientras el
vino tinto se derramaba por mi barbilla. Quiero decir con esto que confío en
que la burocracia del bello país que me acogió en su día y que es una segunda
patria para mí, funcione con prestancia y tengan ustedes la gentileza de
abonarme el mes de julio y los venideros hasta que en noviembre vuelva a
demostrarles que estoy lleno de vida y de fe de vida y en la vida.
Atentamente
Javier López
Guerrero
miércoles, 4 de julio de 2012
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