“Hola, soy un lector de tu blog y, leyendo el último post, he intentado adivinar qué legado te han dejado que nunca morirá porque los sentimientos nunca mueren y cómo te encontrabas antes teniendo en cuenta que ahora dices encontrarte bastante bien después de todo lo ocurrido y en qué consistió todo lo ocurrido. He estado urgando en tus blogs hasta la nausea porque padezco un trastorno obsesivo compulsivo y en estos momentos, mi única meta en la vida es conocer la respuesta. ¿QUÉ ES ESO QUE TE OCURRIÓ?.
Un saludo.”
Me contestó casi a los dos minutos. Siempre miro de nuevo el correo 4 veces consecutivas antes de apagar el ordenador y después de teclear diez veces la frase “resilencia para la vejez” ( ya la tengo escrita en un archivo 12567 veces) . La chica no se extendió mucho:
“Hola Javiguerrero, La razon de que hayas encontrado ese post aislado y sin sentido es que suprimí los dos post anteriores que lo explican, porque me parecían demasiado íntimos e incluso podría ser que alguien se reconociera en ellos. Un saludo y gracias por tu interés”
¡Que hija de la grandísima puta!, ¿Qué parte de TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO no había entendido? Ahora me parecía todo más jodido aún. No podía librarme de la elucubraciones que me asediaban de día y de noche, cagando y comiendo; durmiendo y trabajando. Estaba enfadado. Pero ocurrió que una señora le dijo a la otra en el autobús : “A las pruebas me reprimo” . Y me dio un ataque de risa. Después de los ataques de risa se me ocurren cosas graciosas, así que volví al blog y le escribí un comentario en el post que me estaba haciendo sufrir:
“ Yo creo que la persona que te dejó el legado de sentimientos nunca estará lo suficiente lejos de las personas a las que ama ni lo suficientemente cerca de aquellas a las que odia, porque el amor liviano es al pasional lo que la fruta a la cerveza”
¿Y sabéis que contestó la chica lista de los estudios universitarios? Pues esto:
“Entiendo a qué te refieres, yo también me he sentido así a veces”
¡Anda que no hay que andar con cuidadito con los blogs!, ¡que a veces son para mear y no echar gota! En la imagen un chistecito.