jueves, 31 de enero de 2013
miércoles, 30 de enero de 2013
EL FUNCIONARIO QUE RECOGÍA LAS CACAS
Cuando trabajaba de cocinero en
Andorra había un tipo que me llamaba mucho la atención porque trabajaba para el ayuntamiento recogiendo las cacas de
perro. Solo las cacas de perro. Iba por las calles con una moto y una especie
de aspiradora y se paraba cuando veía una y (zup) la aspiraba con una velocidad
y destreza que me asombraban. Yo tenía que estar encerrado en una cocina
calurosa con una manada de lunáticos (conocí a muy pocos que fueran emocionalmente estables, los podría
contar con los dedos de una mano y me sobrarían dos dedos) y ese tipo vivía
intensamente la vida, recorriendo las calles con su vista de águila,
descubriendo mierdas allá donde pasaban desapercibidas para el común de los
mortales, salvando a los niños y a las viejas de las cagadas que acechaban y se
mimetizaban con el suelo de aquella forma tan camaleónica, como si hubieran
salido de los culos con la expresa intención de buscar una suela de zapato en
la que alojarse. Un día me encontré con él en un bar. Me llamó la atención que
fuera de corbata. Volví a encontrármelo varias veces en el mismo bar, siempre
de corbata, y un día me decidí, me acerqué y trabé conversación empezando por
el tiempo. Luego le dije, cuando lo consideré adecuado, que yo trabajaba en
hostelería como casi todos los emigrantes de allí y que ya me imaginaba que él
era andorrano porque le había visto por ahí con la moto quitando las cagadas de
la acera pública y a ese trabajo solo se podía aspirar siendo nativo o al menos
hablando catalán. Le dije que si de pequeño hubiera sabido que existía esa
profesión no hubiera insistido tanto en que quería ser payaso de circo.
-¿Y tú que querías ser de
pequeño? –le dije.
Apuró el café y se fue y desde entonces cada vez que
coincidíamos en algún bar se colocaba en el otro extremo de la barra. Yo le
saludaba con la mano o levantando las cejas y diciendo “oop” pero él nunca
contesto a mis gestos amistosos.
Esto es lo que pasa con las
personas que son elegidas a dedo para puestos de relevancia, sin pasar por unas
oposiciones, que se vuelven arrogantes.
martes, 29 de enero de 2013
lunes, 28 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
martes, 22 de enero de 2013
lunes, 21 de enero de 2013
jueves, 17 de enero de 2013
LA HISTORIA DEL TÉ
Esta historia pertenece al primer número de los sapos ciegos así que tiene 6 años aproximadamente. Son dos páginas así que pica en la imagen
sábado, 12 de enero de 2013
sábado, 5 de enero de 2013
MARIANO Y LOS REYES MAGOS DE ORIENTE
Los reyes magos de oriente hacen un alto en el camino antes de honrar al niño jesús
-¿Entonces qué hago?
-Piensa en otra cosa cuando las veas.
-Es que no puedo, Marisa, cada vez que las veo me las
imagino haciendo la tijera y me turba mucho hablar con ellas de asuntos
triviales, de la salud de mi madre o del tiempo, mientras me las imagino
haciendo esas cosas.
-Piensa en nosotros follando cuando hablas con ellas.
-¡¡¿PERO QUÉ DICES, MARISA?, ESO ES AÚN MAS ASQUEROSO!!¡¡NO
ENTIENDO COMO PUEDES METERTE LA POLLA DE UN TIPO COMO YO EN LA BOCA!!
- Cariño, ya deberías saber que yo me meto cualquier cosa en
la boca. El otro día recogí un trozo de queso que se me había caído en el suelo
en el bar de la esquina y me lo metí en
la boca. No sé por qué debería hacerle ascos a tu polla.
Nunca había pensado en mi polla como en trozo de queso y no
sé si hacerlo ahora era tranquilizador o inquietante. El caso es que mi Marisa
tiene dos amigas lesbianas de unos 60 años de edad, escritora una, actriz la
otra, y cada vez que quedamos con ellas entro en un bucle enfermizo de
pensamientos impuros y me las imagino frotando sus coños canosos entre ellas.
Lo peor es que se me pone la polla como una morcilla de burgos y me siento
sucio como cuando me masturbaba con aquellas revistas en las que había ancianas
orinando y todo eso.
-¿Y cuando ves a mis padres también te los imaginas
follando? A lo mejor a mi madre le gusta que se la metan por el culo o a mi
padre que mi madre se ponga una polla de plástico y le de por el culo a
él.
-Eso es imposible, los padres no follan ¿No ves que son los
reyes magos?
Marisa se me quedó mirando un rato como si acabara de
descubrir que mi cabeza tenía forma de, no sé, cafetera, por ejemplo. Como si
mi cabeza fuera una cafetera.
Cuando nos encontramos con sus amigas aquella tarde las
saludé muy afectuosamente y hablamos de todo un poco mientras pensaba en
Melchor chupándosela a Baltasar a la vez que sodomizaba a Gaspar. A partir de
aquel día ya nunca tuve pensamientos turbadores al encontrarme con ellas pero a
los padres de Marisa no soy capaz de mirarles a los ojos.
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