sábado, 27 de noviembre de 2010

LIVING IN MY MIND





En el portal de casa estaba ese globo que veis y así como lo veis. pone "LIVING IN MY MIND". Si tuviera una mente débil y pastosa pensaría que el destino me había dejado un mensaje profundo en forma de globo flotante, animándome, por ejemplo, a la introspección y cosas de esas; A la búsqueda de la paz interior mediante la observación serena y concentrada del globo que flota en mi portal. Pero como no es el caso, le he concedido por lo menos la importancia que sí tiene, esto es: Venía de muy mala hostia porque había esperado casi media hora al autobús, el paraguas se había dado la vuelta y yo lo había destrozado contra una columna para desquitarme de lo del autobús. Luego en el carrefour me dijeron que tenía que meter la mochilita en una bolsa precintada para entrar y me cagué en dios a viva voz y preferí no entrar antes que tener que meter la mochila en la bolsa y precintarla. Me cago en la puta, que yo sepa, a las mujeres no les hacen meter el bolso en una bolsita y precintarlo y en algunos cabe un pollo entero y un mp3. Luego me metí en el Alimerka y allí se hizo una cola del demonio porque un imbécil octogenario iba pasado de senil y no entendía el ticket de la cuenta, así que dejé el carro lleno y lo mandé a la mierda. Una cajera me preguntó que quién iba a recoger eso y le dije que no era mío sino de ese señor que se lo había olvidado y ( señalé al tipo de la demencia senil), que le preguntaran a él si tenían huevos. Luego una camarera me puso el vino frío de la nevera y mala cara cuando le pedí que me lo cambiara porque lo quería del tiempo y después tuve que volver a desandar 100 metros porque me había olvidado la puta mochila en el bar.



Finalmente entré en el portal de casa y estaba el globo ahí en el techo diciéndome que había vida en su mente o en la mía o como se traduzca la frase. El globo (lo reconozco) me hizo sonreír y lo subí hasta casa y lo dejé encima de la puerta.
Qué risa.
LIVING IN MY MIND.

1 comentario:

fernando dijo...

Vengo de la casa de los chicos de cretinolandia, y me ha dado por picar en uno de tus comentarios.
Joder, llevo un rato bicheando tus relatos, y bueno, que eso, ¡que son la polla! Es como encontrar un blog de Bukowski pasado de anís y viagra, no sé si me explico.