miércoles, 25 de julio de 2012

COMO LOS SAPOS CIEGOS Nº 67


El nº 67 de los Sapos Ciegos está por partida doble. En su sitio de siempre, para que puedas compartir chistecicos sueltos y en formato ISSUU para que lo leáis como una revista electrónica toda del tirón. En la imagen de arriba tenéis la primera opción y aquí abajo el issuu.

lunes, 23 de julio de 2012

DORMIR BIEN


-Hoy vamos a ducharnos antes de acostarnos y ya verás qué bien dormimos.
Es ella la que duerme mal y no yo pero le hice caso porque cuando Marisa hace una afirmación del tipo que sea es bastante probable que tenga razón. Nos duchamos.
Cuando ya estábamos en la cama me lo repitió.
-Ya verás qué bien dormimos. Como lirones hasta las once de la mañana. Pero de estos sueños profundos y largos que te dejan descansado para dos semanas.
Pasaron diez minutos después de apagar la luz.
-Ay,  Marisa, estoy tan ilusionado esperando ese sueño reparador que no puedo dormir.
-Tú relájate que después de una ducha nocturna es imposible que  no te duermas enseguida.
Otros diez minutos y yo con los ojos abiertos como platos. Tenía tantas ganas de disfrutar de ese sueño que Marisa me había prometido que mi cabeza entró en un bucle de espera ansiosa: "¿Cuándo viene el sueño, pero cuándo?"
-Marisa, por Dios, me dijiste que iba a dormir muy bien e iba a pasar una noche muy feliz y reparadora y ahora tengo tantas ganas de que ocurra que mi cerebro está expectante y no me deja dormir, tengo alucinaciones febriles en las que mi alma se desprende de mi cuerpo y se eleva hasta el techo y me veo ahí abajo durmiendo pero soy incapaz de conciliar el sueño.
-Hazte una paja.
Empecé a hacerme una paja, pero no podía concentrarme y mi  mente se elevaba y me veía a mí mismo haciéndome una paja y la expresión de mi rostro en la cama era tan simiesca que mataba la lujuria. ¡¡Es imposible hacerse una paja y correrse mientras se observa uno a uno mismo desde el techo de la habitación!! Me entró miedo. A lo mejor a partir de ahora mi mente flotaría siempre unos metros por encima de mi cuerpo observando todo lo que hacía. Ahora me rasco, ahora abro el vino, ahora lo bebo, pero no lo bebo yo sino ese de ahí abajo que parece gilipollas y ni siquiera lo siento fluir por mi gaznate.  Decidí dejar de mirar cómo me la cascaba y le eché un vistazo a mi Marisa. Estaba dormidita, la pobre. Emitió un ruidito así como “ñigoñigoñigo” y se dio la vuelta en la cama echándole el aliento en el cogote al Mariano de la cama. Vi desde el techo como me quedaba dormido con la polla, ya flácida, en la mano. Marisa tenía su piececito asomando fuera de la manta y un mosquito se posó en él y pude ver como succionaba la sangre y me apeteció ser el mosquito. Luego me quedé dormido ahí arriba pero  al día siguiente ya me había fundido de nuevo conmigo mismo. Eran la tres de la tarde  y Marisa canturreaba en la ducha. Pero qué lista es la hija de puta.
En la imagen, página 1 de 3

EL CHISTE DEL VERANO


jueves, 19 de julio de 2012

MARISA Y MARIANO LO CELEBRAN


Mariano y Marisa están de enhorabuena, van salir en el libro "Mi Marisa es un ángel" y lo celebran como solo ellos saben. A él se le ve feliz y a ella puede que también o puede que resignada o quizás ausente...¿quién sabe lo que pasa realmente por la cabeza de Marisa? Lo que pasa por la de Mariano no es ningún secreto porque es un libro abierto.

lunes, 16 de julio de 2012

LA PERSPECTIVA DE MARIANO

Todavía quedan 15 horas para hacerte con el libro dedicado y otras mandangas

jueves, 12 de julio de 2012

PEP

De niño recuerdo que tenía un primo que sabía imitar con la boca el ruido de una botella de champán al descorcharse. Yo no sabía silbar con los dos dedos en la boca ni con cuatro ni con ninguno ni ganas que tenía pero cuando vi por primera vez a mi primo hacer eso sentí una necesidad apremiante de aprender a hacerlo yo también. Me despertaba en mitad de la noche intentándolo pero había algo que fallaba, no conseguía hacer eclosionar el aire con la fuerza suficiente. Mi primo me explicó que era como pronunciar la p pero sin utilizar las cuerdas vocales, pero esa era una idea un tanto abstracta para un niño de 9 años. Po fin ocurrió un día mientras me columpiaba en el parque. Se hizo la luz, paré el columpio, sentí repentinamente que me había llegado una inspiración y ahora sabía cómo hacerlo. Mire a la niña de al lado con expresión entre alucinada y absorta y ella debió notar una luz en mi rostro porque paró su columpio y se me quedó mirando. Lo hice. No creo que haya una onomatopeya que describa ese ruido con fidelidad así que nos quedaremos con PEP. La niña era la menor de 13 hermanos que vivían hacinados en un piso pero a pesar de eso resulta que también sabía hacer PEP y respondió a mi provocación con uno más sonoro incluso que el mío. Seguimos el reto durante un rato y cada vez se me daba mejor. Finalmente hice uno tan bueno que ella misma se dio cuenta de que no podría superarlo y, ofuscada, me escupió a la cara y se fue. Era muy buena escupiendo. Antes de hacerlo sacó la lengua con el salivazo y la volvió a meter haciendo algo con la garganta que daba a entender que lo iba a expulsar con mucha fuerza. Más tarde tuve oportunidad de conocer a sus hermanos y comprendí que todos ellos competían a la hora de escupirse entre ellos  y dotaban al acto de una teatralidad y ceremonia que paralizaba a la víctima, que no era capaz de reaccionar a tiempo y cubrirse la cara con las manos. Desde ese día, cada vez que nos cruzábamos por el pasillo nos mirábamos y hacíamos PEP y sonreíamos. Llegamos incluso a trabar amistad y un día me enseño a restallar los nudillos. Era una niña asombrosa.
Recuerdo que mis primeros días haciendo PEP fueron muy intensos. Lo hacía a todas horas de tal manera que llegué a interiorizarlo y automatizarlo como una especie de tic y en cuanto me ponía a hacer deberes o cualquier otra cosa que exigiera concentración me salían de manera continuada y compulsiva los PEPS. Tenía por aquel entonces un profesor cruel y despótico que golpeaba a los niños con sus nudillos peludos aunque yo había conseguido librarme hasta entonces por alguna razón que desconozco. No se había fijado en mí. Sin embargo un día estábamos en clase haciendo unas cuentas y el PEP comenzó a salir de mi boca de manera inconsciente y automatizada. El profesor, que se llamaba don Joaquín, gritaba:
-¡¡¿Quién está haciendo ese ruido?!!
Pero nunca me pillaba ni yo sabía a qué se refería porque ya os digo que lo hacía de manera inconsciente. En un momento dado debió darse cuenta y localizarme y fue acercándose sigilosamente, muy despacio, hasta que su sombra se proyectó sobre mi libreta. Noté su aliento en mi cogote, me volví a mirarle y lo hice: PEP.
Me agarró de la oreja y me llevó hasta el encerado.
-Vuelve a hacerlo –me dijo
Lo hice. Nunca había sufrido uno de sus hostias del revés y me tembló el cerebro dentro del cráneo.
-¡¡Hostia!!-dije
-¿Qué has dicho?
-Hostia.
Y otro bofetón.
-¡¡Hostia!!
-¿Qué has dicho?
-Hostia
Y otro bofetón. Así hasta cuatro veces. Qué hijo de puta. Ya nunca más hice ese ruidito que tan feliz me hacía hasta el otro día. Veréis, iba yo andando por la playa cuando me crucé con  un tipo igualito que mi profesor Don Joaquín pero 40 años más viejo. Era él. Me di la vuelta y lo seguí. Entró en una cafetería y yo detrás. Me puse a su lado. Pidió un cafelito y yo otro. Esperé un rato para saborear mejor el momento. Me acerqué a él sigilosamente hasta que tuve mi boca casi metida en su oreja, se la agarré muy fuertemente y lo hice: PEP


LA MIERDA DEL VIOLINISTA. PÁGINA1 DE 5

El germen de Mariano y Marisa. En principio ella también era una friki que siempre iba en chandal y la manera de funcionar de su cerebro no tenía nada que envidiarle a la de Mariano.
Página 1 de 5.
Por cierto, todavía os quedan 5 días para colaborar en el proyecto "Mi Marisa es un ángel" y llevaros un ejemplar dedicado u otros regalitos que hay por ahí.

jueves, 5 de julio de 2012

FE DE VIDA


Caixa Andorrana Seguretat Social
C/Joan Margall 3 AD500
Andorra la Vella
 Gijón, 4 de julio de 2012


ASUNTO: Envío de certificado oficial de fe de vida


El otro día advertí alarmado que no había cobrado la pensión  correspondiente al mes de Julio  y después de cagarme en dios y en la virgen varias veces decidí llamarles a ustedes y una chica con la voz monótona y amodorrada me preguntó si había enviado la fe de vida correspondiente al mes de mayo para que ellos pudieran saber que no estoy muerto  y sigo teniendo derecho, por tanto, a la pensión que me corresponde por mis años de trabajo en Andorra. Le dije a la chica que me había olvidado porque cuando se está vivo es difícil que uno tenga en su lista de gestiones prioritarias demostrar por escrito y por correo que lo está, ya que el mero hecho de tener que hacerlo dos veces al año, si nos paramos a pensarlo fríamente, nos acerca dos veces al año a la idea de la muerte. Cuando fui al registro civil a recoger mi fe de vida me pareció que la chica del mostrador me miraba intentando detectar algo que indicara que no estaba vivo sino muerto y por un momento temí que me tomara el pulso allí mismo o me colocara su espejito de maquillarse en el aliento o, mejor aún, que colocara su cabecita sobre mi pecho para escuchar mi corazón, pero se limitó a hacer un expresivo gesto que se me antojó como un “bueno anda, si él dice que está vivo, habrá que creerle”.  El certificado dice algo que corrobora mi sospecha de que la chica se quedó con alguna duda respecto a la posibilidad de que mi corazón latiera. Decía: “certificamos, siempre en calidad de presunción, que Javier López Guerrero está vivo”.
Dicho esto anexo el preceptivo certificado oficial de fe de vida correspondiente al mes de mayo de 2012, cuyo envío se había olvidado en su momento, con el objetivo de dar cumplimiento a la legislación vigente en materia de cobro de pensiones. Se solicita a la CASS la reanudación del pago de la pensión por invalidez.
Solo recordarles que su pequeña pensión me aleja de la indigencia y este mes, al faltarme esa pequeña gran cantidad de dinero, me he visto obligado a rondar los contenedores cercanos a los restaurantes donde conseguí recuperar en una ocasión media docena de costillas roídas probablemente sin demasiada avaricia porque el raspado de lo huesos me proporcionó carne para unas ricas croquetas. También unos yogures caducados con trozos de fresas algo enmohecidas. Luego apareció una chica, a todas luces rumana, con unos preciosos ojos de color aceituna y se puso a buscar también en el contenedor. Le dije que con esa carita podía meterse a puta o cajera y no era necesario que hurgara en los contenedores y me ofreció una paja a cambio de 5 euros, oferta que decliné porque no hacía ni diez minutos que me había masturbado en los servicios de la cafetería, donde una mujer joven había sacado su pecho para amamantar a su hijo y se había puesto colorada al notar mi mirada acariciando su pezón mientras el vino tinto se derramaba por mi barbilla. Quiero decir con esto que confío en que la burocracia del bello país que me acogió en su día y que es una segunda patria para mí, funcione con prestancia y tengan ustedes la gentileza de abonarme el mes de julio y los venideros hasta que en noviembre vuelva a demostrarles que estoy lleno de vida y de fe de vida y en la vida.
Atentamente
Javier López Guerrero

miércoles, 4 de julio de 2012