Caixa Andorrana Seguretat Social
C/Joan Margall 3 AD500
Andorra la Vella
Gijón, 4 de
julio de 2012
ASUNTO: Envío de certificado oficial de fe de vida
El otro día advertí alarmado que no había cobrado la pensión
correspondiente al mes de Julio y después
de cagarme en dios y en la virgen varias veces decidí llamarles a ustedes y una
chica con la voz monótona y amodorrada me preguntó si había enviado la fe de
vida correspondiente al mes de mayo para que ellos pudieran saber que no estoy
muerto y sigo teniendo derecho, por
tanto, a la pensión que me corresponde por mis años de trabajo en Andorra. Le
dije a la chica que me había olvidado porque cuando se está vivo es difícil que
uno tenga en su lista de gestiones prioritarias demostrar por escrito y por correo
que lo está, ya que el mero hecho de tener que hacerlo dos veces al año, si nos
paramos a pensarlo fríamente, nos acerca dos veces al año a la idea de la
muerte. Cuando fui al registro civil a recoger mi fe de vida me pareció que la
chica del mostrador me miraba intentando detectar algo que indicara que no
estaba vivo sino muerto y por un momento temí que me tomara el pulso allí mismo
o me colocara su espejito de maquillarse en el aliento o, mejor aún, que
colocara su cabecita sobre mi pecho para escuchar mi corazón, pero se limitó a
hacer un expresivo gesto que se me antojó como un “bueno anda, si él dice que
está vivo, habrá que creerle”. El
certificado dice algo que corrobora mi sospecha de que la chica se quedó con
alguna duda respecto a la posibilidad de que mi corazón latiera. Decía: “certificamos,
siempre en calidad de presunción, que Javier López Guerrero está vivo”.
Dicho esto anexo el preceptivo certificado oficial de fe de
vida correspondiente al mes de mayo de 2012, cuyo envío se había olvidado en su
momento, con el objetivo de dar cumplimiento a la legislación vigente en
materia de cobro de pensiones. Se solicita a la CASS la reanudación del pago de
la pensión por invalidez.
Solo recordarles que su pequeña pensión me aleja de la indigencia
y este mes, al faltarme esa pequeña gran cantidad de dinero, me he visto
obligado a rondar los contenedores cercanos a los restaurantes donde conseguí
recuperar en una ocasión media docena de costillas roídas probablemente sin
demasiada avaricia porque el raspado de lo huesos me proporcionó carne para unas ricas
croquetas. También unos yogures caducados con trozos de fresas algo
enmohecidas. Luego apareció una chica, a todas luces rumana, con unos preciosos
ojos de color aceituna y se puso a buscar también en el contenedor. Le dije que
con esa carita podía meterse a puta o cajera y no era necesario que hurgara en
los contenedores y me ofreció una paja a cambio de 5 euros, oferta que decliné
porque no hacía ni diez minutos que me había masturbado en los servicios de la
cafetería, donde una mujer joven había sacado su pecho para amamantar a su hijo
y se había puesto colorada al notar mi mirada acariciando su pezón mientras el
vino tinto se derramaba por mi barbilla. Quiero decir con esto que confío en
que la burocracia del bello país que me acogió en su día y que es una segunda
patria para mí, funcione con prestancia y tengan ustedes la gentileza de
abonarme el mes de julio y los venideros hasta que en noviembre vuelva a
demostrarles que estoy lleno de vida y de fe de vida y en la vida.
Atentamente
Javier López
Guerrero
1 comentario:
Genial.
Que se mantenga usted muchos años vivo.
Un saludo.
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