miércoles, 3 de abril de 2013

TENGO UN PLAN



Tengo un plan. Probablemente habría que ejecutar a muchas personas que están en el poder antes de llevarlo a cabo, pero es un buen plan. Lo expongo sin rodeos:


A mí me parece que los problemas de este país se resolverían con un carnet de votante por puntos. Mediante unos psicotécnicos, cada cuatro años se renovaría y solo lo obtendrían los que demostraran que, además de tener cerebro, supieran utilizarlo con desenvoltura y sensatez. Los puntos se quitarían a aquellos que fueran sorprendidos diciendo o haciendo ciertas estupideces públicamente: "tenemos lo que nos merecemos", "a ver si se arregla la cosa", "con la que está cayendo", "vivimos por encima de nuestras posibilidades", "es que es voto perdido", "Dios aprieta pero no ahoga", "me voy a misa de 12", "¡¡Oeoeoeoe!!". Respecto a actos que pudieran conllevar la retirada de puntos: comer en Mac Donalds más de dos veces por semana, beber vino blanco  de cartón directamente del envase, sacar la calderilla en la cola del supermercado, pagar con billetes de cien en la cola del supermercado, explicarle enfermedades a la cajera de la cola del supermercado, explicarme enfermedades a mí en el ascensor, dejar niños sueltos y desenfrenados en sitios en los que estoy yo, cambiar de móvil para cambiar de móvil, cambiar de coche para cambiar de coche, no llevar los zapatos a la zapatería, tirar comida que todavía no se mueve sola ni tiene verde, tener un cuarto hijo para conseguir que por fin salga niña (eso no es la parejita, eso son tres niños y una niña), degollar o haber degollado a alguna persona o animal a lo largo de tu vida.


A lo mejor os parece que soy un poco expeditivo. Tranquilos, tengo un plan B. Se trata de que haya diferentes tipos de carnet de votante, como los de conducir. De A1 a D, con la misma progresión. El voto de un individuo de  permiso A1  sería el equivalente a la quinta parte de un voto y el valor de un voto de individuo clase D sería equivalente a cuatro votos. Ni que decir tiene que el votante D sería una persona con cultura demostrada, empatía y simpatía, sensibilidad social (tener más de 1000 amigos en feisbuk no cuenta), humildad y un punto de austeridad solidaria. Al votante A1 le pediríamos que, además de superar un psicotécnico primario, supiera freír un huevo y no tuviera antecedentes por delitos de sangre.


Tengo otro plan: permiso de reproducción por puntos y esterilización selectiva. Pero vamos a hacer primero lo que hay que hacer primero.

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