
-Pues para que lo sepas, ayer no bebí sino todo lo contrario.
-Ah , vaya ,todo lo contrario...ya me quedo más tranquila.
Era mala. Ponía ese tonillo musical y luego se callaba para desarmar mis argumentos.
- Sí, todo lo contrario, ¿Qué tiene de raro?
- Vamos a ver, cielito, ¿Me puedes explicar qué es exactamente lo contrario de emborracharse como un lémur? ¿quieres decir que tomaste solo un par de vinos? Eso no es todo lo contrario.
- ....
Siempre me dejaba sin palabras la hija de puta.
-...Tomé horchata...
-Ja ja ja...
-Y me gustó. Eso es todo lo contrario de emborracharse como un lémur ¿no?.
Ahora nos reímos los dos, lo cual era una rendición por mi parte; pero una rendición era casi una victoria si conseguía que ella se riera también.
-Por cierto, cielo, hay una cagada en el bidé-, me dijo, como cambiando de tema.
-Maldita gata. ¿Es que no va a aprender nunca?
-Dudo que sea de la gata, cielo, la duplica en tamaño y huele a horchata.
Corrí al servicio a ver el desastre. No había nada. Las risas de mi Marisa apagaban el ruido de la lavadora. Mi Marisa es un ángel.
En la imagen, una de 4 páginas sobre borrachos que beben cosas raras.
5 comentarios:
Buenísimo...
Hay alguien qué pueda dejar de reirse!!!!!
Cada vez me presta más esto de hacer matrimoniadas.Además, siempre hago marido tonto con esposa lista, no os quejaréis.
Quejaréis?
Perdona... pero es algo completamente natural.
;)
Mi Pilar es otro Ángel.
Un abrazo.
Espero que no las líes como el personaje de la historia.
Un abrazo
Publicar un comentario