-¿Y tú qué tal llevaste lo de la depresión de los 40?
Me lo preguntó después de contarme un chiste de jaimito, el muy subnormal. O sea, me llama, quedamos en un bar, se queda callado, me cuenta una mierda de chiste, se queda callado, y me suelta eso. No hace falta que os diga que Dieguito tiene 39. Yo 43.
- Pues no te sé decir porque yo me la cogí un par de años antes- le digo
-...
- Claro joder, es que acababa de volver de Andorra y me dieron la ayuda del emigrante retornado. Tenía 38 años y decidí cogerme la depresión de los cuarenta adelantada, porque si esperaba igual me pillaba currando y me venía mal. Yo pensé: ¿Y si cuando tenga 40 años tengo un trabajo de puta madre que me gusta, con una novia exuberante y un coche grande y se me jode todo por culpa de la depresión de los 40? Como tenía un año y medio de paga me metí en el papel a fondo, ya sabes, alquilé una mierda de habitación en un piso compartido con unos jubilados analfabetos, acumulé en ella basura y desperdicios, botellas de vino y latas de atún haciendo de cenicero, puse todo el rato música melancólica de la adolescencia. Me dediqué a emborracharme sólo por los bares para dar más asco y que nadie se acercara (y siempre con la cara de depresión de los cuarenta). La putada es que a veces me entraba la risa con alguna cosa que veía en la tele y luego me costaba ponerme otra vez en cintura. ¿Comer? Nada: mortadela de la buena, de esa que tiene aceitunas; y de beber: vino todo el día y sin parar. Luego me echaron del piso y anduve durmiendo en las marquesinas del autobús con mis cartoncitos de vino, me junté con una yonki puta desdentada que me la chupaba a cambio de vino y me dejaba dormir en su casa cuando estaba muy pedo, pero un día que no quise despertarla ya no se despertó más así que me pille las pelas del bote del arroz y me fui sin hacer ruido antes de que ese coño empezara a oler a cabrales. Luego ví en algún sitio que era mi cumpleaños y ya eran cuarenta, así que con las pelas me pille una habitación, me compré ropa limpia y unos calzoncillos de esos apretados que se llevan ahora; me afeité y dormí tres días. Me desperté de puta madre, oye, sabiendo que ya se había pasado la depresión de los cuarenta. En la entrevista de trabajo para una empresa de diseño gráfico me recibió un amigo-antiguo alumno que era de mi quinta y se creía muy listo. Se mostró encantado y me dijo casi que el puesto era mío. Antes de irme le felicité por su buen aspecto y su vida desahogada y le pregunte si ya había cumplido los 40," Na, el mes que viene, pero no le tengo miedo a la edad"." Pues deberías", le dije, y le explique esto que te acabo de contar a ti, porque, ya que me había dado un trabajo, me sentí en la obligación de corresponderle advirtiéndole de lo que le esperaba en caso de no haber hecho como yo adelantando la depresión. Luego le di otra vez las gracias por el trabajo y entonces noté algo raro en su cara y supe que iba a decir algo así como " bueno...todavía tengo que consultar con mis socios" o " faltan algunas entrevistas por hacer" y el cogió y me dijo: " Bueno, faltan algunas entrevistas por hacer y tengo que consultar con mis socios, pero ya te llamo esta semana" . Al despedirnos se traicionó; me dijo: " Y a ver si no vuelve a pasar tanto tiempo antes de que nos volvamos a ver". Luego me dediqué a hacer cosas espeluznantes en sitios públicos hasta que conseguí la jubilación no contributiva por enfermo mental, algo que ya me esperaba porque las cosas solo podían ir a mejor después de la depresión de los cuarenta. ..¡Así que ya sabes amiguito!(le di unas palmaditas en la espalda) aprovecha si te mandan al paro unos meses y cógete la depresión para que no te pille trabajando ¡Ya ves que a mí me vino muy bien!
El amigo Dieguito se quemó los labios con el café y se fue sin preguntar más porque tenía prisa o no sé qué. Desde la puerta me echo una última mirada desconcertada.
Dieguito, gilipollas, la próxima vez que quieras escupirle tus neuras de mierda a alguien asegúrate por lo menos de que no le debes 10.000 pesetas desde hace 15 años.
Y bueno, de regalo, picáis en la imagen y leéis "Amor puxarra" una historia de cuarentones desarraigados que buscan el amor de manera poco fotogénica, que me sirvió para ganar el II concurso de cómic "hestoires d´avientu" en 2008.
Consta de 12 páginas y a lo mejor no la habéis leído todavía.
4 comentarios:
Enhorabuena, hace tiempo que descubrí tu blog pero le perdí la pista... Y ahora me vuevo a cruzar con él. Un gran sentido del humor, felicidades.
Gracias Ricardo.
Madre mía! "antes de que ese coño empezara a oler a cabrales". Tienes sentencias matadoras! :)
Sí, me gusta dejarlas caer como quien no quiere la cosa. a cabrales..¡hasta a mí me está dando asco a estas horas de la mañana!
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