Cuando mi amigo Pablo ganó un concurso de relatos se le fue la olla. Repentinamente añadió sinónimos rebuscados a su conversación y sus gestos se amaneraron; se compró una gafas de pasta que no pegaban con las venillas rojas que decoraban sus mejillas; aprendió a mirar intensamente y comenzó a opinar en alto sobre todas las cosas, más allá del bien y del mal, y a comportarse, en general, como si tuviera un tenedor metido en el culo. Pero a mí no me engañas amigo, he visto tu colección de Harry Dickson y te vamos a meter un diccionario espasa por el culo.viernes, 30 de octubre de 2009
UN ESPASA POR EL CULO.
Cuando mi amigo Pablo ganó un concurso de relatos se le fue la olla. Repentinamente añadió sinónimos rebuscados a su conversación y sus gestos se amaneraron; se compró una gafas de pasta que no pegaban con las venillas rojas que decoraban sus mejillas; aprendió a mirar intensamente y comenzó a opinar en alto sobre todas las cosas, más allá del bien y del mal, y a comportarse, en general, como si tuviera un tenedor metido en el culo. Pero a mí no me engañas amigo, he visto tu colección de Harry Dickson y te vamos a meter un diccionario espasa por el culo.
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