lunes, 9 de febrero de 2009

marcar territorio


A muchos nos ocurre en los urinarios públicos que, cuando todavía no ha empezado el chorrillo a salir, se nos pone un señor al lado, y somos incapaces de iniciar la meada. No deberíamos avergonzarnos de ello ¿Alguien ha visto a dos perros mear juntos? Creo que esto ocurre porque todavía tenemos en algún lugar de la región más primitiva de nuestro cerebro un sistema rudimentario de marcación de territorio latiendo en la penumbra, que se excita cuando alguien lo estimula, por ejemplo, invadiendo nuestro espacio vital y sacándose la churra para mear en un lugar demasiado cercano al que hemos elegido para esa actividad, o incluso a veces lavándose las manos a nuestro lado. Probablemente hay en estos casos un impulso reprimido, el de morderle la yugular al invasor o mear directamente sobre sus pantalones; impulso este que se sustituye civilizadamente por un conflicto inconsciente: Si no puedo mear sobre este señor ni agredirle, le estoy cediendo el territorio y, por lo tanto, no puedo marcarlo con mi meada. No puedo mear.
Picad en la imagen para ver la tira que he elegido para ilustrar esta apasionante curiosidad científica que se me ha ocurrido a mí solito en mi tiempo libre.

2 comentarios:

Porcfer dijo...

Me preocupa mas mi instinto, que me lanza a olisquear anatomias traseras de sexo opuesto y al que dedico tanto esfuerzo por evitar que me queda poco en funcionamiento para todo lo demas.

javiguerrero dijo...

Ese se puede sustituir por el de oler ropa interior femenina, que es más discreto. en japón creo que se venden como churros bragas usadas de jovencitas.