Hace dos o seis meses, estaba en la parada de autobús, cuando escuché dos voces a mi espalda, una femenina, algo nasal ( como de catarro crónico) y otra masculina, de cazalla y tabaco negro:
- ¡Hay que ver como caga ese perro!- dijo la voz femenina
- Muchísimo. Caga muchísimo.- dijo la voz masculina
No quise volverme, me subí al autobús y decidí dejarlos como estaban dibujados en mi cabeza. Decidí también que se acababan de conocer y que el tamaño de la mierda del perro había encendido la llama de un amor intenso y atormentado. El resultado lo podéis leer picando en la imagen.
- ¡Hay que ver como caga ese perro!- dijo la voz femenina
- Muchísimo. Caga muchísimo.- dijo la voz masculina
No quise volverme, me subí al autobús y decidí dejarlos como estaban dibujados en mi cabeza. Decidí también que se acababan de conocer y que el tamaño de la mierda del perro había encendido la llama de un amor intenso y atormentado. El resultado lo podéis leer picando en la imagen.
5 comentarios:
si es que el amor lo une unas cosas más raras. ahora demostradísimo todo tiene un limite, un pequeño resbalón y un comentario fuera de sitio y ¡ala! ¡otra vez a dos velas!
Y somos más raros que un perro verde.Aunque muchos se rigen por patrones que nos intentan encalomar en el cine y la literatura.
por cierto, ¿alguien sabe donde puedo mirar el numero de visitasde mi blog?
tienes que poner un contador en tu blog. Pica sobre cualquier contador de cualquier blog y te llevará a la página que te permite descargarlos.
Gracias
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