—Buenos días
—Buenos días, siéntese por favor.
¿Qué tal?
—Bien, porque pensaba que la
sangre que cagaba era un cáncer de colon y es de las almorranas. Fui al médico
hoy y me dijo que tenía unas almorranas como serpientes. Llevaba toda la semana
haciendo los preparativos para dejarlo todo en orden antes de que viniese dios
y me llevase. Las revistas de putas fueron todas a la basura y como no tengo
internet en casa ahora tengo que cascármela de imaginación. Ya no recordaba la
última vez que me había hecho una paja sin una de esas tías de las revista
delante y fue gratificante, porque pude imaginarme a la frutera que está como
un queso orinándome la cara y si no me hubiera deshecho de las revistas nunca
se me hubiera ocurrido. Además, caí en la cuenta de que a las putas de las
revistas las tenía tan vistas que era como cascármela pensando en mi hermana.
Ahora se abre un universo nuevo sin explorar en mis placeres solitarios. Puedo
pensar en quien me de la gana. Puedo pensar en follarme a las infantitas, pero
no a las de ahora, que son unas nenas, sino a la pequeña de las de antes. La
Infanta Cristina. O a Elena. Es que les rompía el culo a las dos. La idea es
coger a la mayor, por ejemplo, y metérsela por el culo y que se ponga a chillar
como un cerdo cuando va al matadero, con media lengua afuera y las venas del
cuello a punto de reventar, ¡¡AHIIIIIIIIIN, AHINNNNNN!!, así, ¡AHINNNNNN! ¿Se
lo imagina? Y luego coger a la otra. A la otra me la imagino más de maullar.
¿No ha visto usted nunca unos gatos follando? Pero, bueno, no quiero aburrirle
con mis manías.
—…
—… —sonrío beatíficamente y miro
el cuadro de escena de amanecer con ojo femenino flotando en el cielo— ¿Tapies?
—pregunto, señalándolo.
—Eh, no , una tía mía que pinta.
—… —miro el cuadro y asiento con
la cabeza y luego la miro a ella—¿No me va a preguntar por mis aspiraciones
económicas?
—…
Creo que no me va a preguntar. Es
una de esas psicólogas tan educadas que abundan en recursos humanos y a la muy
inocente no se le ocurrió otra cosa que provocarme preguntando qué tal.
2 comentarios:
...es que van provocando. Mira que preguntar ¿qué tal?
bien, bien.
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