domingo, 26 de julio de 2009

EL HORNO


Esta mañana se hizo carne un chiste mío del número 12 de COMO LOS SAPOS CIEGOS. Una adolescente le dijo a otra que su amiga Jessica ya se había intentado suicidar una vez metiendo la cabeza en la lavadora . Evidentemente, la chica estaba pensando en un horno, pero la asociacion elemental por pertenecer a campos semánticos cercanos ("electrodomésticos con receptáculos donde introducir algo" ) produjo el hilarante desliz, además, como iban semiborrachas y de doblete, lo decían todo a viva voz para que unos chicos de la fila de enfrente las oyesen y se fijasen en sus tetas, y lo que consiguieron es que medio autobús se contagiara la risa. Me alegraron el domingo y ya no hice nada más para sacarle provecho. Los versos del chiste son de Calderón de la Barca. ¿Alguien sabe de algún caso de suicida de cabeza en el horno?

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