lunes, 20 de abril de 2009

LOs NIÑOS DE MI PUEBLO JUGABAN A FOLLAR EN VEZ DE A LOS MÉDICOS

En mi pueblo los niños no jugaban a los médicos, sino a follar en el pajar. Esta foto es del sitio donde mi abuelo guardaba la hierba curada. El nombre de este sitio es “el piño” (por alguna razón que desconozco) y, cuando estaba lleno de hierba, era un lugar de recreo y lujuria para los niños y las niñas. Yo, por desgracia, era más pequeño que los demás y nunca me dejaron participar en las orgías. Mientras ellos hacían lo suyo yo me iba al río a cazar ranas y a estamparlas contra la pared, o a quemar sapagueras (salamandras de río) vivas (que debían ser muy malas porque tenían la panza naranja). Yo tenía esas historias de escarceos infantiles grabadas en la memoria, sin saber a quien se las había oído contar. En los últimos 5 años me atreví a preguntarles a los supuestos protagonistas de aquellos juegos y me sorprendí al comprobar que gente de edades muy diversas había practicado el mismo juego en el mismo sitio y me pregunté si es que Dios me había castigado sin sexo en el pajar por alguna razón o todos mentían. Una de las prácticas que más me sorprendió escuchar en boca de personas que no coincidían en edad fue la siguiente: El techo de la foto de arriba es nuevo, así que le hacemos un arreglo con photoshop para que sepáis como era. De esa manera, desde esa especie de altillo se empujaba la hierba hacia dentro(creo).
Luego, de esta manera tan tosca, también con photoshop, rellenamos de hierba el pajar, hasta la altura que considero adecuada para el juego en cuestión.


La niña se espatarra ahí encima con las patas abiertas. El niño está subido en la viga y se tira sobre ella pretendiendo penetrarla en la caída. Nunca (siempre en versión de los protagonistas) había penetración, sino que las pollas se doblaban sobre los coños y solo se restregaban. Solo uno de los supuestos protagonistas afirmó que con 10 años se había follado a todas las niñas y alguna mujer casada del pueblo, pero es medio subnormal y tiene moto. Y yo, mientras, reventaba ranas y sapos y les arrancaba las patas a los saltamontes. No hay moraleja ni nada.






10 comentarios:

Unknown dijo...

madre mia..por favor por favor por favor..dime que esto tampoco es autobiográfico y sólo es fruto de tú imaginación..ja ja ja.

(muy buena la reconstrucción del escenario de los "hechos")
Elvira

javiguerrero dijo...

Pues es lo que me contaron. Yo no fui testigo directo pero varias versiones parecidas y algunas identicas dan que pensar. Y sí, de niño era un poco hijoputa con los bichos.

GABI dijo...

Jajajaj...después de esta historia te podría contratar la policía para que reconstruyeras los escenarios de los crímenes....no se te pasaría ni un solo detalle.

javiguerrero dijo...

De niños metíamos alli la hierba después de una jornada de trabajo, y creo que era así como estaba, pero la memoria traiciona.

javiguerrero dijo...

Puede que el falso techo estuviera más bajo, casi seguro.

MO dijo...

No hay moraleja ni nada, dice el menda...

Joder, pues yo nunca he jugado a follar (ni en el pajar ni en ningún otro sitio) cuando era pequeña y tampoco he jugado a los médicos. En lugar de eso perdía mi tiempo peinando a la Barbie e imaginándome que era (la barbie en cuestión, no yo) la mega cantante de turno o la actriz de moda de aquel momento, que todos querían ser su amiguita porque era super chachi piruli bla bla bla. Joder, si me regalaron el puto KEN y en vez de ejercer de novio venaquíquetefollerubia me enfadé porque el pelo era de plástico y no podía yo hacerle ni la raya al lado al muchacho!!

Siento que me he perdido la infancia o algo. No sé.


MO.

javiguerrero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

tio eso no lo hacemos los niños de hoy en día (yo tengo 13 tacos) y me cuentas que lo hacían tus amigos de pequeños pero que puta locura, si se tirara un crío desde una viga y se diera con el coño se partería la polla y si a mi no me pillaran como a ellos follaría de verdad todos los días puto loco no me creo nada

javiguerrero dijo...

Nosotros lo hacíamos con 9 años tontorrón, con 13 ya íbamos de putas, y sal de mi página que no es para niños.

Anónimo dijo...

Esta claro en un pueblo hay infinitas posibilidades la imaginacion vuela mucho mas en libertad