No me lo podía creer. Mi Marisa estaba sentada en el sofa con una cuña de queso emmental del tamaño de una sandía a la que arrancaba enormes trozos directamente con los pequeños dientecitos de su boca.
-¡¡MARISA POR EL AMOR DE DIOS, SI NO HACE NI 4 HORAS QUE COMIMOS EN CASA DE MI MADRE!!
Marisa no decía nada, solo me miraba desde el queso como si temiera que se lo arrebatara.
-¡¡POR DIOS MARISA, ES COMO SI ESCUPIERAS SOBRE EL PLATO DE COMIDA QUE MI MADRE NOS PUSO EN LA MESA!! ¡¡ES COMO SI ESCUPIERAS SOBRE MI MADRE!!¡¡EMMENTAL, JODER!!
-Cariño, el pulpo amariscado estaba delicioso y la tarta de queso de postre también. ¿Pero insinúas que después de comer en casa de tu madre debo permanecer en ayunas durante una semana, de puro agradecimiento?
-No joder, sin comer no, pero¡¡UNA CUÑA DE QUESO EMMENTAL!! ¡¡¿QUIERES QUE SAQUE EL CHORIZO REVILLA Y TE LO COMES TAMBIÉN?!!
Marisa no decía nada. Solo me miraba con los ojos muy abiertos mientras masticaba ese queso odioso de 7 euros el kilo.
-¡¡ESTÁS INSULTANDO LA MEMORIA DE MI MADRE!!
- Hace 4 horas estaba viva.
Marisa no quería entenderlo. Otra vez no quería entender las cosas como son.
- ¿Sabes lo que pareces? Yo te diré lo que pareces, pareces una mujer que dirige con su marido un asilo de Ancianos y come cuñas de queso Emmental para despreciar los convites de su suegra.
- No empieces otra vez con lo del asilo, por el amor de Dios, yo solo quiero comerme este queso y ver el documental de los chipirones tranquila.
El documental de los chipirones. Ahora eso. No consigo recordar si antes de casarse conmigo ya se interesaba por esas cosas o si era yo el que lo hacía. Pero detesto el queso emmental y estaréis de acuerdo conmigo en que comerlo el mismo día que un plato de pulpo con Marisco es como mezclar gaseosa con vino de redecilla y corcho. Y sí, eso no hacía más que acrecentar mis sospechas de que teníamos aspecto de propietarios negligentes de un geriátrico o de que acabaríamos siéndolo en breve. Todos nuestros clientes comerían cuñas de queso Emmental y chorizo revilla y rodearían nuestras vidas con sus cuerpos macilentos y sus alientos de cloaca.
- Marisa, por favor, no me gustan los viejos, pero no pienso darles queso emmental y ponerles documentales sobre chipirones.
Marisa estaba haciendo las maletas.
- Marisa ¿Qué haces , cariño?
- Lo de los chipirones era una broma tontorrón. ¿Qué significa lo del geriatrico?
-Ya lo sabes
-No cielito, no lo sé, y cuando tú tampoco lo sepas me llamas.
Me quedé un ratito pensando en el queso, un ratito pensando en el pulpo.
-Marisa, puedes comer todo el queso que quieras, incluso la corteza si te apetece, pero no hace falta que te vayas.
-Adios.
- Si te vas me mato y después te mato a ti
- En el cajón de arriba, en el armario de la cocina, tienes tres cuchillos cebolleros.
Y se fue, la hija de puta. ¿Con quién iba a regentar yo ahora mi asilo de ancianos?
En la imagen, una de 2 páginas.
En la imagen, una de 2 páginas.
2 comentarios:
Me prestó la entradina del quesu.
Besinos pa los dos. Cuidarse.
Saluditos. Supongo que nos conocemos.¿?
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