martes, 20 de abril de 2010

GIJÓN-CERREDO-YERBO-GIJÓN

Ahí estoy yo admirando y señalando las montañas majestuosas de Cerredo


Cerredo: ¿veis la ovejita en el tejado?


El viejo oeste



Cerredo: Yeepa! Mi cuerpo quiere bailar!




Con Mamen Admirando y señalando en los bosques de Yerbo


Como siempre , la noche antes del viaje tuve un sueño- visión de muerte y destrucción. Ya sabéis, sangre y vísceras mezcladas con el metal del vehículo, la vida que se escapa y un llamamiento desesperado a mamá o a lo mejor un extraño comportamiento de la libido que deviene en una última paja de amor y muerte, dedicada a una de las jovencitas del pasado que en ese momento circulan a toda velocidad ante tus ojos( como el resto de tu vida) y que fuiste capaz de capturar a tiempo para dedicarle una buen pajote mientras agonizas. O a lo mejor el choque te ha amputado limpiamente una pierna y te conviertes en un héroe de ti mismo y, a pesar de que la muerte parece inevitable, consigues hacerte un torniquete con la camisa y hacerles torniquetes a los otros dos que viajaban contigo ( un matrimonio de tu quinta en este caso) y sacarlos del vehículo siniestrado antes de que este explote. Le haces una traqueotomía a la chica y aprovechas para manosearla un poco porque está inconsciente y no se va a acordar. Ignoras tu pierna amputada mientras acaricias el cuerpo de la chica y te masturbas imaginando que es aquella que se te pasó por la cabeza unos minutos antes. Le pones la chaqueta encima de la cara para que no haya interferencias(no quieres cascártela pensando en la mujer moribunda de tu colega de toda la vida, o que esta se despierte y te lance una mirada inquisidora antes de fallecer). Estás pensando en tu compañera de pupitre en 1º de Bup. Joder, como estaba la hija de puta, siempre restregando su pierna contra la tuya . Olía un poco fuerte pero eso no evitó que se la metieras imaginariamente todas las noches en la oscuridad solitaria de la habitación adolescente. Pero no ocurrió nada desagradable durante el viaje y en Cerredo nos dieron de comer unas chicas muy simpáticas y luego hice mi trabajo de jurado de un concurso de pintura en el que había cuadros de aficionados, de profesionales y de gente a la que le gustaba pintar. La elección fue fácil porque había dos cuadros muy profesionales y vistosos y ganaron por goleada a todos los demás. En Cerredo había montañas majestuosas, osos que se paseaban por las calles, el pub obrero y la disco, que se lllamaba la disco. También había más cosas pero yo me quedé con estas. En la comida había cecina de la buena, puerros con almejas y salsa de nata y cordero al horno. Estuvimos también por Yerbo, mi pueblo, donde hicimos noche y me saqué alguna foto poniendo cara de zoquete que admira la naturaleza y la señala. En las fotos de la comida salgo muy gordo y un tanto asubnormalado, pero es por culpa de la chica que me las sacó, que no estaba interesada en que saliera guapo porque no se lo parecía; y es por eso que no las publico. Y si no me creéis fijaros que guapos salimos la blogera de Cerredo Mamen( habitual en los comentarios de este blog y de otros muchos, poetisa y pintora, ciudadana del mundo y aprendiz de la vida) y yo, fotografiados por alguien que nos miraba de manera más amable y condescendiente. Al final del viaje, ya de vuelta a casa, me dolía la muela que tengo a cachitos y deseaba que mis compañeros de viaje padecieran dolores similares o peores para que no me dirigieran la palabra, pero me limité a hacerme el dormido para que no me tocaran los cojones, que uno es un caballero. Por la noche, ya solo en casa, intenté trasmitirles telepáticamente mi dolor de muelas pero esta mañana les he llamado y me han dicho que se sienten perfectamente y que durmieron como angelitos y que había sido un fin de semana de puta madre y bien aprovechado. Que se vayan a la mierda, era yo el que tenía que disfrutar del viaje y no ellos, que para eso era yo el jurado del concurso y si los habían invitado a comer también en Cerredo era porque venían conmigo, no tenían ningún derecho a disfrutar mientras a mí me dolía la muela y creo que nuestra relación a partir de ahora ya nunca será igual. Habrá corrección y buenas maneras para no crear situaciones incómodas con nuestros amigos comunes pero nada más porque ¿sabéis qué?: creo que a ellos les gustaba que me doliera la muela porque así se sentían más felices por sus muelas sanas y todo les parecía más agradable, y hay muchas pequeños detalles que corroboran mis sospechas: Él conducía y yo iba de copiloto. Ella iba detrás, ¿vale? Pues varias veces advertí por el rabillo del ojo que se sonreían con complicidad ante mis gemidos lastimeros. Menudo par de cabrones. Y además no me dejaron poner mi disco de ópera y estoy por apostar a que se llevaron un cartón de leche y el cenicero bueno de mi casa de Yerbo
Sí señor.

4 comentarios:

Mamen dijo...

JAVIER te has superado....
Pues sí, salimos guapos.
MUCHAS GRACIAS.

javiguerrero dijo...

tenía que poner esa foto, porque en las otras da cosa mirame.

Thornton dijo...

Cómo presumes de pueblo, de pinta y de amiga. Pues que te enteres que Mamen tambièn es amiga mía, y no le importa mi edad, espero.
Un abrazo, genio.

javiguerrero dijo...

Pero nos comimos cecina y unos puerros con nata y almejas y de postre había tarta de galletas como la que hace mi madre...