viernes, 12 de febrero de 2010

EL CARTEL DE LOS PERROS, UNA PEQUEÑA BATALLA PERDIDA


-Perdone señorita- le dije a la cajera del super- no termino de entender a quien va dirigido ese cartel de la puerta, el de los perros
El cartel es ese que veis ahí arriba, y está en las puertas de los supermercados Alimerka.
La señorita cajera me miró como si yo fuera subnormal y me dijo que estaba prohibida la entrada a perros.
-Sí, pero dice que está prohibida la entrada incluso cuando vengan acompañados de sus dueños.
-Ya, es que hay gente que quiere entrar con los perros a hacer sus compras.
-Claro, claro. Pero si no vienen acompañados de sus dueños, tienen que saber leer para entender que no pueden entrar.
-No sé qué me quiere decir, hay gente esperando.
La cajera se estaba poniendo nerviosa y hacía gestos con las cejas a una compañera como si yo estuviera loco, lo cual me irritó aún más.
-Vaya, ¿qué pasa, que vas a llamar a seguridad?
-Eh…no…estoy trabajando, si no le importa
-¿Piensas que no he visto como movías las cejas en dirección a tu compañera?
Ahora sí se estaba poniendo nerviosa.
- Pero vamos a ver , ¿usted qué es lo que quiere?
- Solo quiero que alguien reconozca que ese cartel presupone que los perros van a intentar entrar solos al super y que la lectura del mismo les va a hacer recapacitar. Así mismo, les advierte de que el hecho de venir acompañados de un dueño no les da derecho a entrar-,dije
Alguien dijo que tenía prisa en voz bajita, quizás con algo de miedo, por ahí atrás, en la cola de la caja.
La señorita cajera siguió pasando los productos del siguiente cliente sin mirarme. Ahora sí que me estaba jodiendo.
-¿Qué pasa, que ahora me vas a ignorar? ¿es así como solucionáis los problemas en esta empresa? Yo solo intento hacerte ver que ese cartel de los perros ha sido creado por una persona semi-analfabeta o por un gran bromista. No me puedo creer que nadie se haya dado cuenta hasta ahora.- ni puto caso. Hay un rumor de nerviosismo pero nadie se atreve a abrir la boca.
- Quiero ver al encargado- digo.- No pienso dejar que la ignorancia campe a sus anchas por las puertas de los supermercados que frecuento. Los perros no saben leer y nadie me va a convencer de lo contrario.
Finalmente, viene una señorita muy amable vestida de otra manera y me explica que están esperando los carteles nuevos, que ya se han dado cuenta del error y que los van cambiar esa misma noche y que muchas gracias. Me voy, envanecido después de mi pequeña batalla ganada.
Pero esto sí que no os lo vais a creer: A la semana siguiente vuelvo por allí y ¿qué pensáis que hay pegado en la puerta? ¡El mismo cartel! No me lo puedo creer. Entro en el local rojo de ira.
- ¡¡Quiero ver a la encargada!!
Llaman a seguridad (¿seguridad en un puto super de barrio?). Ya en la puerta y antes de que esta se cierre a mi espalda, con los gorilas mirándome estupefactos, alcanzo a gritar
“¡¡Esto es un insulto a mi inteligencia, nos veremos en los tribunales!!”

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No seas pelotudo, ese cartel es para que si alguien camina con su perro, por ejemplo un ciego y al leer el cartel de media vuelta y regrese por donde vino...

javiguerrero dijo...

hostia, los ciegos...no había pensado en ellos. Paul Auster si lo hizo en "tombuctú", novela en la que un perro al que su amo había enseñado a leer se preguntaba, al fallecer este, cosas como esa de los ciegos.

javiguerrero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Thornton dijo...

Eres un blando, esa cajera se ha ido de rositas y la encargada se ha descojonado de ti. Cuando fuiste a ver la de los Coen le diste una patada a la papelera y te cargaste el chiringuito de las entradas. ¿Te estás ablandando?

javiguerrero dijo...

Esta vez he hecho unos ejercicios respiratorios y he pensado en una de esos cielos de anuncio de compresas antes de actuar. Está todo en manos de mi abogado.

Ovetdao dijo...

¿Cómo que no dejáis entrar al perro? Si fuera solo lo entendería. ¡Pero si no va solo, si va conmigo! y yo lo controlo o incluso lo llevo en cuello, dentro del abrigo, en el bolsillo, en la mochila, en...

¡Estos de Alimerka son unos tirillas!

Ovetdao dijo...

...De que los perros son listos no tengo duda, pero de que los amos lo sean, ya no tanta. :)))

Ovetdao dijo...

Estos tres últimos soy yo, dialogando conmigo misma.
Es que me imagino lo que las cajeras habrán tenido que oír de los dueños de perros para llegar a poner un cartel así. Pobrecitas.

Un abrazo, gracias por las risas y haxa salú.

javiguerrero dijo...

Yo creo que el cartel lo puso el jefe,pero, ahora en serio. Dejé caer un comentario en varios alimerkas, a alguna cajera que me pareció simpática, en un día sin cola, y no lo encontraban raro.Así que debo estar loco.