Cuando estaba en el hospital con mi ictus y mi hemiplejia mi Marisa fue muy abnegada y me vació frecuentemente el conejo del pis, pero se ofendió porque no dejé que me pusiera la cuña, la vaciara, y me limpiara el culo después de cagar. Mi excusa era que eso mataría la poca lujuria que todavía quedaba entre nosotros y la libido se ocultaría en el pozo profundo de los deseos muertos, junto con su antigua afición por los deportes de riesgo y la mía por la cocina teutona. El asunto es que el hospital estaba lleno de bellas celadoras de manos callosas y a Marisa le preocupaba que se enamorarán del hombre indefenso al que limpiaban el culo.
-Marisa, cariño, si alguien se enamorase de mí mientras me limpia el culo dudaría de su autoestima y estabilidad emocional y la rechazaría con firmeza.
- ¿ Y si fuera la celadora de las gafas grandes ?
- Joder, Marisa...
Es que vosotros no habéis visto a la celadora de las gafas grandes. Era como una especie de celadora pero con las gafas grandes. Me ruboricé solo de pensar en ella delante de Marisa. Tenía las gafas grandes y ya me había limpiado el culo una vez. No lo había hecho con mucha gracia y me había embadurnado las nalgas más de lo necesario, pero pude ver a través del reflejo en la ventana que sonreía como si estuviera pensando en la primavera, en Chopin o en el jardín en el que la chica de ayer ya no podía jugar en aquella canción de Nacha Pop. Creo que ya es bastante con lo que os he dicho: Tenía las gafas grandes y sonreía mientras me limpiaba el culo distraídamente, como los elefantes que sueñan con la música; como la pícara ninfa que le robó el violín al músico que enfermó de tuberculosis, si esto significa algo para vosotros.
En ese momento entró la celadora de las gafas grandes para cambiar las sabanas de la cama contigua. Los tres sonreímos como desconocidos y nos ruborizamos como si compartiéramos un secreto.
Ella me había visto cagar, yo la había visto soñar y Marisa lo sabía todo, como siempre.
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2 comentarios:
Creo que se delató un "peeping tom". :)
Algo así, Lady Godiva está en todas partes.
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