LOS MADELMAN Y LOS GEYPERMAN

Mi Marisa apareció de improviso y me pilló jugando con los Madelman. El de la policía montada de Canadá es el más petimetre, como  Leslie Howard en "Lo que el viento se llevo". También tengo al trampero, en plan David Crokett , un tipo duro que se lleva de puta pena con el primero pero juntos aúnan fuerzas a veces para pillar a los malos, que son un geyperman con uniforme de oficial alemán de la segunda guerra mundial y un guardia civil(sí sí sí, hay geyperman guardia civil) . El oficial alemán es más alto y más guapo que ellos y a veces me cuesta verlo como malo, sin cicatrices ni cejas espesas, pero al guardia civil le han puesto una cicatriz en la mejilla derecha. Ya he perdido casi todos los complementos pero antes tenía el trineo y el perro y los fusiles y la canoa pero a cambio, ya de mayorcito, les he pillao una Barbie princesa y ahora ya tienen una razón para ahostiarse, porque el que gane se folla a la Barbie y he de reconocer que a veces dejo que gane uno de los geyperman porque me pone caliente como un perro ver a esos tipos tan grandes violando a la Barbie, tan modosita y tiquismiquis.

Cuando entró Marisa estaba el guardia civil montando a la Barbie y yo hacía los chillidos histéricos de ella y los sonidos roncos de él y también me reía como un lunático.

- ¡¡AAAY...AAAAH...POR FAVOR... SEÑOR GUARDIA...POR EL CULO NO...- (aflautaba la voz todo lo que podía)

-¡¡CÁLLATE PUTA, TU PRINCIPE ESTÁ EN UNA FOSA COMÚN JUNTO CON SERVANDO EL FONTANERO Y AQUEL POETA MARICA!!-(ponía voz ronca y malvada)

Marisa se quedó un rato observándome hasta que me percaté de su presencia. Dejé al guardia civil encima de la Barbie y me quedé unos segundos con cara de haba, no sabiendo que decir. Luego le quité al guardia  de encima a la princesita y le puse bien el vestidito. Miré a Marisa y sonreí.

- Estoy jugando...

- Ya lo sé, cariño pero no salgas a la terraza cuando quieras jugar a eso porque te pueden ver esos tres niños.

Efectivamente, en la terraza de enfrente había tres niños de entre 4 y 10 años mirándome con los ojos abiertos como platos y una sonrisa tonta.

- Se están riendo, Marisa, no tienen ni puta idea de lo que están haciendo estos dos muñecos y les importa una mierda, se ríen de que haya un adulto jugando en una terraza.

-Claro cielo, pero cuando le digan a su mamá que en la terraza de enfrente había un calvo en pelotas con la polla tiesa  jugando con unos muñecos puede que cunda la alarma en el vecindario.

¡¡Qué lista y qué sensata es mi Marisa!!

En la imagen, la primera página de 17 de una historia de desviaciones enfermizas de Dangerous Man.