El otro día un listillo que se ha leido algún libro de autoayuda y algo de psicoanálisis estuvo comiéndole la cabeza a mi amiga Marta para follársela a base de interpretar sus sueños. También afirmaba que Martita tenía una energía especial y como el cabrón tenía ojos verdes y pelo negro + tableta de chocolate era muy fácil que mi Martita, débil de carácter ya cuando flotaba en el líquido amniótico, se fuera con él depués del cuarto vino. Lo que me jodió es que aprovecharon el momento en que estaba en el servicio. Los sueños de Marta siempre son tan simples como la propia Marta y hasta un chimpancé con un poco de talento podría sacar conclusiones solo con escuchar el tono de su voz. Sueña que se le caen los dientes cuando tiene miedo a la muerte, pero yo creo que lo hace a propósito para hacerse la interesante. Sueña con toros cuando tiene ganas de polla, pero yo creo que sueña con toros todos los días e incluso despierta. Sueña con su padre muerto que le reprocha cosas (¡no me creo una mierda!). En fin. Sueña cosas a propósito para que la conversación se centre en ella al día siguiente cuando las cuenta. El día que me cuente que ha soñado conmigo le diré que es porque tiene deseos ocultos de que le rompa el culo después de darle dos hostias. A ver qué dice, solo por curiosidad. Y el gilipollas ese que se la llevó el otro día como un ladrón me gustaría que interpretase el sueño de la imagen, si tiene cojones. Son dos páginas pero a punto estuve de dejarlo en la primera.
5 comentarios:
Un relato muy bién escrito. A tu "amiga" deberías llamarla por el interfono y al enredador ponerlo con Agustín y Comotellames a que se la chupe a un perro, aunque sea de pelo largo. Hasta la próxima Javi.
El gilipollas necesitará algo más que un libro de autoayuda para interpretar el sueño de la oveja. Yo no lo cazo y soy Psicólogo.
Un abrazo.
Mariano, tas casi tan enfermo como yo. Thornton, esta claro el sueño, es fácil de descifrar,es un complejo de edipo claro como el agua, la oveja, los ojos,la insonorización, la madre...
Javi, con los años se nos van reblandeciendo las neuronas; aunque no lo confesé, yo tampoco entendí nada. Me pasó como a un amigo que en los tiempos del cine de "Arte y Ensayo", al salir de una proyección decía: debe ser muy buena porque no he entendido nada.Hasta la próxima, un saludo.
Un complejo de Edipo, dices. Ah, sí, sí, ahora que lo dices, ya empiezo a comprender.
Un abrazo y ¡viva tu humor!, siempre.
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