Hace unos meses publiqué en el nº 24 de los sapos ciegos una historieta de humor inspirada en unos carteles que veía todos los días desde el autobús, en los que un gijonés con las facultades mentales claramente perturbadas denunciaba públicamente, mediante cartulinas pegadas a las persianas de su piso bajo, las torturas telepáticas a las que era sometido por una mujer con poderes mentales de Avilés. Hice una historia de humor, pero tenía preparado un final de humor negro en el que uno de mis personajes aparecía ensangrentado y con un ojo colgando de la oreja después de haberse cargado a la pitonisa. Finalmente usé ese dibujo de “comosellame”(el personaje que parece un plátano) ensangrentado para otra historia absurda en el número 29 de los sapos ciegos. Pues hoy la ficción se mezcla con la realidad, desprovista ahora de la vis cómica. La pitonisa real en la que me inspiré en su momento se debate entre la vida y la muerte, apaleada por el loco que, armado con un hacha y un mazo, me ha convertido en clarividente.
Si picáis en la imagen de arriba, tenéis la historia entera que publiqué.
En la del medio, la historia absurda que hice con mi personaje ensangrentado, meses depués de desechar una segunda parte de la anterior.
En la de abajo, la noticia, que enlaza con la noticia entera, publicada hoy en la Nueva España.
Una historia de terror, amiguitos, la realidad supera nuevamente a la ficción y materializa la historia gore que yo obvié.
¿Verdad que si leéis ahora mis dos historias seguidas, a sabiendas de lo ocurrido, cruzan la linea del humor absurdo y se pasan al negro más negro?
2 comentarios:
Qué coincidencia. Una vez más "la realidad supera..."
Yo también abro los ojos como "comosellame".
Además de artista, pitoniso.
Un abrazo.
Para mear y no echar gota.
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