jueves, 10 de diciembre de 2009

AL BUENO DE SARTRE LO QUE LE HACÍAN FALTA ERAN UNOS BUENOS ESTIRAMIENTOS DE ESPALDA Y DEJARSE DE JODER LA MARRANA

Este cuadro lo pinté hace 20 años, en el invierno de 1989-90. Ese tipo tan retorcido lo hice así probablemente por snobismo de artista , ya que sabía dibujar perfectamente a las personas con los hombros sin dislocar. Tampoco es que reniegue de él, a lo mejor dentro de mil años un biógrafo y un crítico estúpidos aúnan fuerzas para sacar una conclusión estúpida sobre el autor. Pero les voy a joder esa posibilidad, si este texto resiste al tiempo. El caso es que recuerdo a una tía que, aquel mismo año y conociéndome muy poco, me dijo que andaba muy cargado y muy tenso de espalda y que parecía que había estado en la cárcel¿? Me aconsejó unos estiramientos matutinos y unos ejercicios respiratorios, a sabiendas de que un tipo que dedicaba la mitad del día a echarse vino al coleto no se va a inscribir en un curso de yoga. Yo consideré que la complejidad existencial de mis problemas eran propias de una mente superior y clarividente y esa chica era una necia al pensar que sus ridículos remedios para marujas agorafóbicas podían serle de utilidad a un espíritu elevado como el mío y después recuerdo que destrocé una puerta a patadas porque se me había olvidado el vino en la tienda y finalmente me bebí el vino blanco de cocinar, me dio un ataque de genialidad y terminé ese cuadro.
10 años después perdí el cuadro en una mudanza. Dos días antes había tenido un encuentro raro con un borracho en un bar que abría las 24 horas. Había más borrachos, como suele ocurrir en ese tipo de bares a las 4 de la mañana, pero ese me miraba con reconocimiento y sonreía de manera inquietante y meneaba la cabeza. Tenía una cara patibularia y no por casualidad: “Tu has estado en la cárcel de Villabona” me dijo¿? Le dije que no y él que sí y yo que no y él que sí. Finalmente le dije que no había estado en la cárcel y que me parecía que lo que él quería era que le dijera que sí, para acribillarme a preguntas que demostraran lo contrario y luego darme unas hostias, porque él sí que había estado encerrado y a los ex presidiarios les jode que alguien vacile de haber estado en la cárcel sin haber estado. Se le quedó cara de tonto un rato. Me dijo que estaba como una maniega (“estás mas chiflao que yo, hijoputa”, me dijo también) y que lo que había notado en mí era una tensión muy rara que tiene mucha gente después de estar en la cárcel¿? Cuando regresé a casa, borracho y pensativo, apunté con mi dedo índice al personaje del cuadro y le dije: “ tú has estado en la cárcel”.

10 años después de perder el cuadro , 20 después de pintarlo y hace una semana, me dio por ver una de Clint Eastwood, “Mystic River”. En ella, el poli negro decía que sabía que el protagonista había estado en la cárcel porque tenía una especie de tensión en los hombros. Diez minutos más tarde encontré casualmente la foto del cuadro perdido. Joder. Sí que tenía los hombros cargados, el personaje ¿Y yo? Busqué estiramientos de espalda en google y me puse a hacerlos. Y al día siguiente y al otro. Comprobé que hay una notable diferencia en el estado anímico haciendo estiramientos y no haciéndolos. No me quiero ni imaginar como hubieran cambiado las cosas si los hubiera empezado a hacer hace 20 años y de qué coño estaría escribiendo ahora.
¿Conclusión?: AL BUENO DE SARTRE LO QUE LE HACÍAN FALTA ERAN UNOS BUENOS ESTIRAMIENTOS DE ESPALDA Y DEJARSE DE JODER LA MARRANA CON QUE LA EXISTENCIA PRECEDE A LA ESENCIA.

2 comentarios:

javiguerrero dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
javiguerrero dijo...
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