Mi amigo Jesús Pérez me dijo que estaba escribiéndo unos
cuentos de carácter etnográfico que se desarrollaban en Navelgas y alrededores
(el cuarto de los valles) y me comentó que igual podíamos añadirles unas
ilustraciones y autoeditarlo así es que me metí en su casa durante medio año a
intervalos de 15 días sí y 15 no. Todo fue viento en popa salvo algunas cosas.
Por ejemplo, Jesús quería que todo el mundo estuviera contento en los dibujos y
llegados a esta ilustración de la señora amasando pan, se empeñó en que la
señora tenía que sonreír. Yo no estaba
dispuesto a hacer que esa señora sonriera, entre otras cosas, porque no sé me
ocurría una razón para que lo hiciera. Finalmente la discusión se zanjó con un
argumento expeditivo:
—Esa señora está cabreada porque el marido llegó esa noche
borracho, cagado y meado y vomitó entre las sábanas —dije.
La señora se quedó así.
Por otro lado, mi negativismo no pudo evitar que los relatos
de Jesús fueran amables y didácticos. Un puñado de recuerdos repletos de
pequeños detalles sobre la vida en el cuarto de los valles allá por los años 50
y sobre cómo la gente se las ingeniaba para autoabastecerse con todo lo que la
naturaleza ponía a su disposición.
Este libro se llama “Nordés” y lo podéis comprar ya en ese botoncito que tenéis en el lateral de este blog. Es de fabricación semiartesanal,
acorde con lo que cuenta, y de tirada limitada. Mide 29cm de ancho por 21 de
alto y tiene 112 páginas y esa deliciosa encuadernación artesanal que lo hace
tan entrañable. Tiene un montón de ilustraciones como estas que veis.
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