domingo, 11 de septiembre de 2011

MOGROLLO


Cuando Marisa tiene turno de mañanas (no sé si os dije que es radióloga), me gusta subirme al autobús y enlazar unas líneas con otras durante todo el día. Suelo llevar una mochilita con una bota de vino y mortadela de esa que tiene aceitunas por dentro. Los usuarios de los barrios pijos no hacen lo mismo que los de los barrios obreros; estos últimos tienen el dinero o la tarjeta preparada siempre para pagar mientras que los primeros siempre esperan a estar subidos en el autobús y ralentizan el proceso con su parsimonia. Si fuera un tipo listo desarrollaría una espesa tesis para explicar esta diferencia pero como soy un poco lerdo os diré que lo que a mí me parece es que los del barrio obrero tienen prisa porque usan demasiado el autobús y valoran más el tiempo que se pierde en él mientras que los pijos son unos hijos de puta que no tienen preparado el dinero ni la tarjeta. Yo, por mi parte, solo soy un espectador del pequeño teatro del autobús y disfruto con los dramas y comedias domésticos que se desarrollan en él. Me gusta sentarme en una de las cuatro sillas enfrentadas y confiar en que un grupo de tres o dos personas ocupen el resto de los asientos y aprovechar entonces para sacar la bota de vino y la fiambrera con mortadela. Los adolescentes suelen quedarse riéndose por lo bajini, haciendo como que miran para otro lado, las adolescentes se ponen coloradas si las miró mientras dejo que el vino recorra mi barbilla y me salpique el pantalón; Los viejos ponen cara de palo y las viejas muestran cierto nerviosismo de ganado inquieto. El otro día se sentó una rubia espectacular con su madre en los asientos de enfrente. Mantenían una conversación trivial sobre la salud de la Tía Conchi y la actitud indiferente de los hijos de esta, que siempre habían tenido de todo y patatín patatán. Me pareció buen momento para sacar la merienda y, como ya iba un poco ciego de vino, quise lucirme con un chorro largo y alto de casi medio minuto de duración. "Gluk, gluk, gluk", hacía mi gaznate, y por el rabillo del ojo podía ver que la madre y la hija tenían ganas de que el trago finalizara. Luego me metí dos lonchas de mortadela de un bocado y cuando ya estaban bien amasadas en la boca les dije, mostrándoles bien el bolo ensalivado y masticando con entusiasmo:
- Los hijos de ahora son una mierda, si me permiten que intervenga. Yo tengo a mi madre en un asilo y siempre voy a verla por navidad y en semana santa y bien contenta que se pone.
Se quedaron calladitas y un poco tensas.
- Y cuando está muy contenta me dice, por ejemplo: "contorno, bochorno, gordolobo".
Me eché otro trago al coleto
- Es que mi madre solo habla con la "o". Y no tengo ni puta idea de dónde saca tantas palabras de una sola vocal pero casi siempre las apunto y las busco. Contorno y bochorno está muy claro pero ¿gordolobo? Primero pensé que se la había inventado pero la busqué en el diccionario y ponía: "Planta vivaz de la familia de las Escrofulariáceas, con tallo erguido de seis a ocho decímetros de altura, cubierto de borra espesa y cenicienta, hojas blanquecinas, gruesas, muy vellosas por las dos caras, oblongas, casi pecioladas las inferiores, y envainadoras en parte y con punta aguda las superiores, flores en espiga, de corola amarilla, y fruto capsular con dos divisiones que encierran varias semillas pequeñas y angulosas. El cocimiento de las flores se ha usado en medicina contra la tisis; las hojas se han empleado alguna vez como mecha de candil y sus semillas sirven para envarbascar el agua". ¿Qué les parece? ¡¡GORDOLOBO!! ¡¡Ni más ni menos!!
Seguían calladitas, pero parecían más interesadas  que asustadas.
- ¡¡MOGROLLO!!, me dijo un día.
- Ay, esa me la sé: "Sujeto tosco y que no tiene cortesía"-, dijo la vieja, para mi asombro.
- Vaya- dije, despues de reflexionar un rato- ¿ustedes creen que lo dijo de manera consciente para ofenderme o fue una palabra aleatoria elegida al azar?
- Al azar- Se apresuró a decir la rubia espectacular(se puso colorada).
Nos quedamos unos segundos en silencio y luego nos dio la risa a los tres. La mortadela se me escapaba de la boca en forma de pequeñas partículas escupidas.
EN LA IMAGEN, PÁGINA 1 DE 5.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé si hoy tenía la risa fácil o que realmente ¡esto es muy bueno! Me he divertido mucho.

javiguerrero dijo...

Alegrándome, que pa eso estamos