martes, 27 de julio de 2010

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS Y LA CANCIÓN DE COUNTRY


Me habían dicho que a veces había tías buenas que acudían a alcohólicos anónimos, convencidas por su familia, porque se tomaban 10 cervezas los fines de semana si eran jovencitas o escondían la ginebra en la cisterna si eran más maduritas. También tenía curiosidad por saber cómo funcionaba aquello. Era parecido a las películas, con todas esas presentaciones tan raras y el apoyo de los demás, también había un charlatán que apelaba a nuestros sentimientos religiosos y una mujer que estaba librando una dura batalla que iba a ganar gracias al apoyo de su amigo Jesús (señaló hacia arriba y yo , inocente, miré). Había uno muy gracioso que contaba las historias sin dramatismos, como un largo chiste, pero al final la cagó también al meter a Dios en el percal, la gracia estaba en que en este caso no señalaba arriba sino que miraba a un lado y hacía como que Dios se presentaba en la barra y le daba consejos, cual camarada de borracheras, poniendo las dos voces. Joder. Solo por ese pequeño espectáculo, mereció la pena ir. Finalmente y como éramos pocos, alguien me animó a que me presentara, sin forzarme a ello. Yo no tengo claro que el consumo desmesurado de alcohol sea una enfermedad, de hecho siempre pensé que puede ser un síntoma de algunas carencias que parecemos tener un porcentaje grande de la población. En realidad creo que el consumo de alcohol solo necesita un mantenimiento y moderación que solo el sentido común y las circunstancias de cada uno pueden regir. Vamos, que si eres tan estúpido como para beberte 5 litros de vino al día, deberías curarte la estupidez antes que el alcoholismo. Pero divago...El caso es que no se me ocurría nada interesante que explicar, pero recordé la letra de una canción de country que una amiga había traducido para mí un día:
- Mi mujer me dejó...El perro se murió...- Y me callé ahí porque el resto era demasiado chiripitifláutico como para resultar creible.
-Gracias Javier...- ,me dijeron todos, uno por uno.

2 comentarios:

Mariano dijo...

Eres un observador agudo de los comportamientos humanos y lo mejor es tu punto de vista irónico, cómico y a veces ácido. Me asombra tu "capacidad de producción". Cuantos mas cómics veo, mas me gustan los tuyos. Un saludo genio.

P.D. He debido decirte hace mucho tiempo que tus páginas de la peluquería son cojonudas. ¿Cuanto hay en los diálogos, inspirado en tus vivencias día a día? Me inclino a pensar que mucho. Por cierto, ya le dí ayer la revista a Manrique. ¿Has visto como presume de familia y nieto?. La verdad es que puede hacerlo.Hasta la próxima Javi.

javiguerrero dijo...

Pues sí Mariano, las páginas de la peluquería son casi todas situaciones reales y como me hubiera gustado que acabaran o se desarrollaran a veces. Un día me sorprendía hablando de coprofagia con un cliente, otro cliente me dijo que podía adivinar por la mirada cuando un viejo estaba en las puertas de la muerte, otro me explicó su asombro por el hecho de que los pelos fueran tan asquerosos y molestos despues de ser cortados, y tan apreciados antes. Y mucho más. Hay por ahí una entrada tan chiripitifláutica que parace falsa, pero fue verdad. Se titula ¿qué dicen esas chicas tan simpáticas? y cuenta como se abrió un archivo porno(sonaba a toda hostia) mientras le cortaba el pelo a un cliente (pica el título en buscar y lo verás). En fin, que se aprovecha todo.
Y es verdad que a Manrique se le ve compenetrado y feliz y al resto de la familia también. Quizás el perro se sienta un poco desplazado...;)